HAMBRE II
Cuando aúllan los perros
en la ciudad hambrienta
las luces ciegan
la jungla de cemento
y las sombras se juegan la vida
por una noche de luz.
El Hambre vaga
con la mirada perdida
sin encontrar un hogar.
Con la dignidad en harapos
golpea puertas
exhala gritos de auxilio.
Nadie lo ve.
Lo pisan.
© Xenia Mora Rucabado
La dignidad siempre es pisoteada, y solo la indignación nos hace seres humanos. Buen poema Xenia.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Hola Xenia: el dolor del hambre, su personificación, su universalización son la temática de este poema que, a la manera de una terrorífica caminata nos lleva a una realidad insoslayable. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarMuy buen poema Xenia. La realidad en tus versos.
ResponderEliminarUn cariño