Poema de Paulina Vinderman
Puedo oír los perros a la distancia, antes de dormir.
Y ellos me consuelan, consuelan a mi corazón cojo,
me hablan de lo único que tiene valor.
Testimonios austeros de la vida,
un sacudir de ramas en los días obedientes.
Como el sonido de una flauta en la noche débil,
como un humo herido por la ausencia de luz.
Viajaré por la página de la noche sin mentir,
viajaré otra vez por mi río barroso, mi río barroso
que se cree mar.
Y mañana en mi taza de niebla en la cocina,
como todos los días oscurecidos por la lentitud,
veré la simetría.
© Paulina Vinderman
8 comentarios:
Paulina, hermosísimo poema.
besos.
Magistral. Bello
Abrazo
Alicia Perrig
Desde lo cotidiano existencial y profundo .Bello en el desamparo.
Sonia Rabinovich
Desde lo cotidiano existencial y profundo. Bello en el desamparo.
Sonia Rabinovich
"en mi taza de niebla en la cocina... veré la simetría": un principio de orden que aporta el día, tras la intemperie que el viaje nocturno significa.
bellísimo poema, Paulina, gracias
Marta Ortiz
Bello poema. Gracias por compartir
Entre los sonidos e imágenes cotidianos siempre se hallarán las dos mitades que coincidan exactamente: la luz y la oscuridad. Tal vez es el mismo poema el que proporcione la simetría.
Gracias Paulina!!!! Poeta invalorable!! Es un enorme placer leer tu poema.
Cariños
Hilda Díaz
Maravilloso Paulina, poder compartir este poema!
Esa última estrofa me ha dejado prendada de un poema que sigue dándome vueltas... La fuerza que adquiere el objeto es arrolladora.
Cariños,
Graciela Bucci
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