La hoja se desprende del árbol
y cae lentamente al suelo.
Ese fue el hecho y este poema
es apenas una humilde representación.
Pero si olvidamos por un momento el poema
y dejamos todo como estaba antes,
vemos que la hoja se deprende del piso
y vuelve lentamente a sujetarse al árbol.
© Máximo Ballester
tu poema, como la vida: caer, levantarse, volver al lugar de origen. me conmovió. susana zazzetti.
ResponderEliminarinteresante recorrido de la hoja que crea.
ResponderEliminarabrazo, máximo.
Sencillamente hermoso, tu poema emociona no sólo por el tema en si, sino por su enorme sensibilidad. Felicitaciones Max, beso Alicia.
ResponderEliminarClaro que sí, caer, levantarse y seguir; lindo ejemplarizarlo con el árbol y buenísimo expresarlo con pocas palabras. Máximo, gracias por compartirlo. Va un abrazo
ResponderEliminarBetty Badaui
Qué hermoso es poder ver la hoja que vuelve al árbol! Gracias.
ResponderEliminarPreciosura de poema. Como que tomaste el lápiz y escribiste una revelación
ResponderEliminarUn poema sabio. Un alto poeta. PAOLANTONIO
ResponderEliminarla vida reinicia el ciclo que el poema dibuja. hondo y bello. Marta Ortiz
ResponderEliminarbello, como la naturaleza de ese hecho, el tiempo que involucra, la posibilidad del retorno. Cuánto en la brevedad, me encantó, Máximo. Un abrazo
ResponderEliminarBuenísimo! nada es lo que parece! hermoso, gracias! Fabiana León
ResponderEliminarHe aquí un intríngulis poético. ¿La poesía convierte un hecho pueril en arte? ¿La ausencia de poesía un hecho cotidiano en algo mágico? ¿La poesía está en el relato o en la magia? ¿La magia es parte de lo cotidiano? ¿La poesía es magia? ¿La magia es poesía?
ResponderEliminarBello, mágico...misterio y gracia de los ciclos en este poema que renace como la vida, todo el tiempo...!
ResponderEliminarAbrazo Máximo
Montse Bertrán