6/6/14

Poema de Ignacio Giancaspro



ETRUSCO SOY      
                              
Etrusco soy
… y Griego
gotas de árabe tal vez
perjuicio y regalo de abuelas violadas
lo dice mi tez
lo gritan mis ojos y mi perfil
mi ademán y mi orgullo
también mi sentir
cuando escucho guitarras…
se me eriza la piel
y cuando veo arenas
caballos
y toros
lo dicen mis hijos de cara gitana
etruscos y griegos
cruzaron mi ayer

Pueblos y pueblos
de espacios abiertos
y soles
y mar
pueblos alegres
pastores de cabras
sufridos y duros
pueblos labriegos…
la cebolla y el vino
el atún la naranja y las uvas
la aceituna y el pan
Ah...! y los higos.

De donde viene mi nombre?
de qué madeja intrincada
se fue tejiendo?
Y ésta extraña arquitectura
que soy
y que no conozco?
relumbran quizá destellos Escitas
perdidos en mí
como granos de mica entre las piedras?
                             
De donde vienen
rituales caldeos
que bailan en mi memoria
y brisas fenicias
llevando en sus barcas
cábalas y oscuras alquimias
deseosas  de penetrar la materia
de transmutarla…

Y estas manos?
ensayadas  y moldeadas durante siglos
ensayadas en marineros y en escultores
alfareros, alarifes y carpinteros
en hacedores de redes
y tejedores
arperos
artesanos
soñadores de estrellas
y guerreros

Manos prometidas
cuando todavía la sal
era moneda



© Ignacio Giancaspro

11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

extraña mixtura, bellísima mixtura de raza y sangre y que ha desembocado en este increíble hombre-poeta que sos!! querido amigo. susana zazzetti.

6 de junio de 2014, 20:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Etrusco sos lo dice el poema
con la intensa celebridad en su significado.saludos María Luisa

7 de junio de 2014, 20:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio: me deleité nuevamente con tu autoretrato/reconocimiento, esa amalgama de raíces y memorias, y la urdimbre poética potente y bella!! un lujo, amigo!! Abrazo, María Chapp

7 de junio de 2014, 22:22  
Blogger Liliana ha dicho...

Hermoso entrevero de palabras, vivencias, raíces.

9 de junio de 2014, 20:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...


Ignacio querido,
tu poema es fruitivo, es como un delicioso manjar que va degustado lentamente. Cada verso es un giro que nos transporta a un mundo pluridimensional en el que transitan imágenes de otros mundos y tiempos lejanos, que sin embargo tu poetizar los acerca y nos arrastra bellamente con su oleaje. Gracias por compartir este poema en el que a través de la relectura, es posible descubrir nuevos tesoros.
Cariños


Elisa Dejistani

9 de junio de 2014, 21:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio: sí, amigo, este poema te define en toda tu magia, y viene de lejos, ya que es así tu poesía, mágica y no dictada por ninguna regla monótona y falsa. Por eso conmueve tanto ese “Etrusco soy”, y creemos en la realidad de esas manos” ensayadas y moldeadas durante siglos”. “Pueblos y pueblos de espacios abiertos y soles y mar” llenan estos versos de un fluir universal, una fuerza misteriosa:”relumbran quizás destellos Escitas perdidos en mí”.”Brisas fenicias llevando en sus barcas cábalas y oscuras alquimias” nos penetran y seducen con su magia total, un sol maravilloso llegado desde el fondo de los tiempos y que tu voz nos regala como un diario de viajes a través de la historia. Así sos, así tu poesía, fuerte, mágica y maravillosa. Te quiero mucho, amigo Irene Marks

15 de junio de 2014, 16:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio: sí, amigo, este poema te define en toda tu magia, y viene de lejos, ya que es así tu poesía, mágica y no dictada por ninguna regla monótona y falsa. Por eso conmueve tanto ese “Etrusco soy”, y creemos en la realidad de esas manos” ensayadas y moldeadas durante siglos”. “Pueblos y pueblos de espacios abiertos y soles y mar” llenan estos versos de un fluir universal, una fuerza misteriosa:”relumbran quizás destellos Escitas perdidos en mí”.”Brisas fenicias llevando en sus barcas cábalas y oscuras alquimias” nos penetran y seducen con su magia total, un sol maravilloso llegado desde el fondo de los tiempos y que tu voz nos regala como un diario de viajes a través de la historia. Así sos, así tu poesía, fuerte, mágica y maravillosa. Te quiero mucho, amigo Irene Marks

15 de junio de 2014, 16:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"cuando la sal era moneda".. maravilloso final para un poema-viaje que te retrata! Muy bello! gracias. Fabiana León

22 de junio de 2014, 0:37  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Querido Ignacio: uno de tus poemas majestuosos. Excelente! Un abrazo

24 de junio de 2014, 17:25  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

¡Que placer volver a leertlo!

29 de junio de 2014, 12:35  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Ha logrado con su poema que me acerque a su ventana, y al ver su alma, me he encontrado con un ser colmado de recuerdos, música y arte, paisajes, espacios abiertos, soles y mar, la aceituna y el pan. Ah… y los higos.
Su alegría, su tez y sus manos… su entorno, he visto.
Una bella descripción.

Sonia

15 de septiembre de 2014, 18:25  

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