22/4/14

Poema de Francisco José Malvárez



HEME AQUÍ 

   heme aquí detenido por mis pasados actos (mis actos al fin)
hierros candentes que golpean sin pudor el alma
y desde adentro retuercen las costillas…

   heme aquí, por lo mismo condenado a ver caer aquel imperio
forjado con la inocencia de los sueños y la ingenuidad de la confianza

   mis actos de credulidad me atan, amordazan y me destierran
para quedar así lleno de impotencia ante los sucesos que se están sucediendo
y los más que se sucederán
y ver perder todo por la acción estúpida de la ciega en quien confié
(por quien aún hoy daría la vida si las circunstancias lo requirieren)…

   fallé en creer y confiar
fallé en creer en la lealtad incondicional y atemporal
fallé en creer en los vínculos profundos más allá del bien y del mal
fallé en creer en la cofradía de las almas al creerla indisoluble

   …otra vez el mundo me muestra que me equivoqué…

   …no hay lealtad ni palabra
sólo egos que como perros rabiosos atacan en pos de su conveniencia material
quedando uno así,
(mero instrumento desechable una vez conseguido el objetivo)
vacío de todo, con el alma seca, atado y amordazado
un espectador en el siniestro teatro del terror en que ha convertido los ideales

   heme aquí gritando en el hueco sin eco… en vano, en vano

   pero sepan que no me voy a doblegar…
se quemará roma y los quilmes en éxodo han de ir o el mar muerto resucitará
pero yo, yo seguiré sosteniendo el ser que siento y creo ser
aunque otras mil veces me vuelva a equivocar en confiar…

   no tengo bronca, si impotencia
y lo antes mencionado no quita que una pena inmensa alimente mi tristeza
ya que ellos nunca podrán ser más de lo que son:
unos pobres miopes con dentadura de plástico que entienden nada de nada…
(en ellos incluyo en quien confié, no lo duden)


© Francisco José Malvárez

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Clarito como el agua Francisco, hay que tener mucho valor para una confesión, pero nadie está exento de
errores.
Valiente y desgarrador poema
Abrazo
Ignacio

22 de abril de 2014, 18:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Francisco: en tu poema hay mucha fuerza, mucha desilusión, lucidez ;"heme aquí gritando en el hueco sin eco" y una desesperanza que es sin embargo saber que hubo "ideales" y que fueron traicionados, y que a veces la traición quita el deseo de vivir. La pasión de los ideales sin embargo nunca se olvidan("yo seguiré sosteniendo el ser que siento y creo ser")Un poema muy sentido y universal Irene Marks

26 de abril de 2014, 13:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Esperar contra toda esperanza y luchar contra traiciones y traidores.
Una confesión a gritos llena de fuerza y belleza, Francisco.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

6 de mayo de 2014, 14:53  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio