5/4/14

Poema de Cecilia González Gerardi


La vida se juega entre andenes y arcoíris.
Nunca el cielo se vio tan gris como este atardecer,
reflejando el sol sobre los rieles de acero.

El trepitar que avanza sin mudar condiciones.
Y la espera de esa flor que crece entre pantanos.

Inservible prédica de silencios enmohecidos,
de lenguajes incomprensibles.

                                           Ese oído,

                               el que espera,

             desierto de voces,


        ya no cree en la invención de un nombre.

Sólo se deja
traspasar de mariposas
que se transforman en cuervos.

Y el clamor
que se oye en consecuencia:

                                    Sal
            del dintel de mi puerta.


© Cecilia González Gerardi
Foto: Gustavo Tisocco

9 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Sal del dintel de mi puerta. Muchas cosas me dejó el poema,que tiene que ver quizás con lo que sentimos y pasa al lado sin tocarnos como es debido. Hay poemas que hacen un paréntesis y escriben otra lectura en el lector.

Lily Chavez

5 de abril de 2014, 16:18  
Anonymous Griselda Rulfo ha dicho...

el oído que espera desierto de voces se me coló entre las venas con mucha fuerza. Bello

5 de abril de 2014, 18:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

nunca el cielo se vio tan gris como este atardecer cuando todo duele, guau,,,
patricia corrales

5 de abril de 2014, 20:20  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Un lastimoso viaje hacia la ausencia y las cosas perdidas, nada tiene su retorno. Enhorabuena.

JORGE PABLO MORENO.

6 de abril de 2014, 6:43  
Blogger Cecilia González Gerardi ha dicho...

Gracias a todos por sus palabras!!!!! Abrazos!!!!

6 de abril de 2014, 20:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Esas mariposas convertidas en cuervo , las imagino y sospecho tu desazón

maria elena tolosa

8 de abril de 2014, 22:11  
Blogger Isabel ha dicho...

Brillante poema sobre la opacidad de la vida en lo visual y lo auditivo. Movimientos surrealistas como las mariposas que pasan a ser cuervos y frases excepcionales como "silencios enmohecidos". Isabel Llorca Bosco

11 de abril de 2014, 3:10  
Blogger Mariano Shifman ha dicho...

Hermoso poema, desolador y hermoso. Con un final que resume eufónicamente la totalidad del poema: "Sal del dintel de mi puerta".

¡Felicitaciones, Cecilia!

Mariano Shifman

17 de abril de 2014, 19:34  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

- Que salga - pero ya está en ti!!
Muy buen poema!!
Saludos

19 de abril de 2014, 20:01  

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