Límite
Hoy, justamente hoy
quiero y necesito encontrarte,
pero cómo, dónde,
si para mí no existe la esquina.
Solo en casa puedo moverme con algunas exactitudes,
lo demás es andar a los tumbos y a los golpes
y el bastón que parecía no tener límites.
Hoy quiero y necesito hallar los ojos
que observan mi ceguera.
© Miguel Oyarzábal
La oscuridad extendiéndose en su ceguera, el desamor que irrumpe, golpea y naufraga. Profundo poema, urbano y ácido que lo define en un final estremecedor. Enhorabuena.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
muy representativo de un
ResponderEliminarestado de oscuridad, escrito con hondura literaria. placer leerte. susana zazzetti.
Miguel, sos un gran poeta, tus poemas siempre "me pueden", con su dureza, su exactitud, esa hondura que cala.
ResponderEliminarLily Chavez
Poema muy "redondo", vital, estemecedor. Me gustó mucho.
ResponderEliminarClaudio Simiz
ResponderEliminar¡Gran poema, Miguel! Me conmueve y me pone carne de gallina hasta en el cerebro.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Un poema conmovedor, pleno de autenticidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Bello tu poema. La imagen del "bastón que parecía no tener límites..." , como cuanto dices, conmueve. POETA, cuánto transmites!!! Abrazo de luz, mucha luz, para esa ceguera que no impide a un luchador andar como anda en el mundo. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarMiguel, me gustó mucho tu poema, y me encantó ese final que lo remata: los ojos que observan la ceguera, verso excelente. Un abrazo
ResponderEliminarCARMEN AMATO