18/12/13

Poema de Alicia Márquez




De hace mucho

Trabajaba en una agencia de publicidad.
Trabajaba a lo loco, en algo que no me gustaba nada.
Allí se vendían cosas, pero yo,
recién recibida de algo, era secretarita.
Secretarita, mandaderita, ingenuita.
Estudiaba en la Facultad, a la noche,
y a la mañana, de nuevo a escribir tonterías.
Un día mi jefe faltó.
Y entonces tuve un jefe alternativo,
de ojos claros y mirada limpia,
de sonrisa permanente
y lleno de ocurrencias con el lenguaje.
Ninguno, absolutamente nadie
sabía que era poeta.
Y un día me pidió que escribiera un memo.
Yo, entonces, empecé a escribir un poema.
Y escribía, y escribía y escribía
tanto como para sacarme el hastío de adentro,
tanto como para volar un poquito
en la estrecha jaula de la obligación.
Cuando vino por el memo,
una compañera,  de esas que no faltan,
ligera para quedar bien, alcahueta de profesión
le dijo, rápidamente y con mucha sorna
en su tono: “Está escribiendo una poesía”.
Mi espalda se transformó en un bloque de hielo,
que se derritió rápidamente cuando lo escuché decir:
“Déjela. Es más importante un poema que cualquier memorándum”.
Me hubiera gustado haberle visto la cara a la traidora,
pero ni siquiera me di vuelta.
Él se llamaba Juan Antonio Vasco,
y desde ese día lo amé para siempre.



© Alicia Márquez

Más de la autora en la primer parte del blog:

7 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso Alicia, tus letras nos afirman cada vez más que los versos de un poema no los borra nadie y nadie ls amordaza. Me encantó, besos Alicia.

18 de diciembre de 2013, 18:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bien Alicia! Tan identificada me sentí en muchas cosas...
Felices Fiestas!

Lily Chavez

19 de diciembre de 2013, 10:21  
Anonymous Elena Cabrejas ha dicho...



Querida Alicia, es tu poema-cuento tan hermoso como la rosa con que el bueno de Gustavo, te ilustró al principio. Te mando mis felicitaciones y envío muchos Bssssss.

Elena Cabrejas

19/12/13 20,30

19 de diciembre de 2013, 20:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alicia!! me recordaste mis 20, 21 años, escribiendo (y leyendo)´poesía en la oficina...hermoso lo que contás...besos, María Chapp

21 de diciembre de 2013, 18:35  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

¡Ay, Alicia! ¡Que hermoso gesto de rebeldía ante tanta mediocridad! Esos trabajos que te secan el alma, esos jefes que rutinizan los sentimientos y esos bobos lame botas. ¡Ah! hermoso relato en forma de poesía ¡Viva la poesía!

22 de diciembre de 2013, 10:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Esa manera de escribir que tenes que me dejas atrapada en cada palabra... me encanta tu estilo tu manera de decir y hacer. bravo!!!!!

besos muchos!!!


Cynthia Rascovsky.

8 de enero de 2014, 12:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Querida Alicia: un poema genial!! Un abrazo

21 de enero de 2014, 23:00  

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