29/10/13

Poema de Susana Szwarc



SOBREFUSIÓN

Huir del estruendo provocado
por un alcaucil, su corazón
que rueda desde el piso trece.
Huir como si se fuera caballos
hacia el lago
o yeguas sin sospecha
de las aguas líquidas, frías.
Precipitarse de amor,
¿y qué si las aguas se hacen hielo
y convierten al que fuga
en estatua, en tropilla?
¿y qué si se propaga y aun así
no alcanza las crines?
¿y qué si el olor
no se congela y nos envuelve
en la mesa tendida en Emaús?


© Susana Szwarc

4 comentarios:

Blogger José María Pallaoro ha dicho...

Gracias, Susana, por este texto.
jm

30 de octubre de 2013, 15:52  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Precipitarse de amor : esa es la clave

30 de octubre de 2013, 23:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

precipitarse de amor!!! hermoso
saludos
patricia corrales

1 de noviembre de 2013, 14:23  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Tal parece que ese sublime amor, el más grande, aparece reflejado en Lucas 24,13-35. Camino a Emaus.

2 de noviembre de 2013, 15:47  

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