28/9/13

Poema de Fabiana Posse


Desencuentro.

Sé que cuando un animal no duerme,  el barrio suelta la paz en los diarios.
Sé  que los  brazos de arena se derraman congelando cerraduras.
Sé que un  lobo azul y sus pupilas resbalan  afónicos de miedo.
Sé que  él  dilata su herida invisible bajo la sombra de una muralla.
Con su olfato acaricia el brindis de mi abandono suculento.
 Estoy perdiendo el apetito de rondarle.
Porque el silencio de su cicatriz pide sangrar como un hoguera.
La mitad de mi,  erosiona el  viaje para caberle dentro.
 Quiere sobrevivir a la utopía de sembrarle mi vértigo.
 Desea mover el temblor para que ensaye dolores que me conmuevan,
 alrededor de mi cuna ,
alrededor de todos  mis colores desérticos ,
alrededor de lo que me brilla.
La otra mitad de mi, ansía  abrirle una ventana animal  hacia mi rescate.
Sintonizar  las mágicas  garras, negar la cobardía del roce del pecado.
 Traducir el idioma de sus tropiezos, ganarle las palabras.
Evitar que mastique  fantasmas que nadan catárticos entre extrañas raíces.
Pero la gente suma jardines y ruidos desesperados.
Impiden que nazca el choque de los tambores de agua.
Sus ejércitos de ojos golpean la distancia y entran en pánico los balcones.
 Nadie quiere ser feliz mientras se besan los que amanecen.
Desgarran el tiempo, desapareciéndolo.
La nada los traiciona y escupen  su simulacro cegando el milagro.
Entonces.
 Él se  va domesticando bosques.
Y  yo me  voy danzando insomnios.



© Fabiana Posse

2 comentarios:

Anonymous Ivana Szac ha dicho...

Fabiana: no me alcanzan las palabras para describir lo que siento. Este poema desgarra, conmociona lo más profundo. Tiene imágenes potentes y bellísimas. Hay fuerza e intensidad a lo largo de todo el poema. Felicitaciones!

29 de septiembre de 2013, 23:28  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Magnífico poema.Felicitaciones.

2 de octubre de 2013, 15:14  

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