10/9/13

Poema de Ana Guillot

  

baila la nervadura de carne
tiembla a cada paso la hoja
ancestro o luz o mar que también tiembla
miedo entre la luz
o simplemente verde
salvajemente dulce y despojado

tiembla el verde de la hoja
conjunción del paisaje, hilo
sostén de la desembocadura
ancestro o corazón verde que late
pulso de lo terreno
raíz de lo que es
el hombre y su gemido


© Ana Guillot

9 comentarios:

Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Rembrandt en palabras, tu poema. Abrazos.

10 de septiembre de 2013, 22:11  
Blogger Isabel ha dicho...

Del "Temblar como una hojita" por la transformación de otra cabeza y de otro temblor, se llega a este poema estupendo que nos descubre. Un beso
Isabel Llorca Bosco.

10 de septiembre de 2013, 23:38  
Blogger Carlos Alberto Roldán ha dicho...

Uff
Parece que la palabra se crispara en el intento de mención. Me gusta...

10 de septiembre de 2013, 23:39  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Hombre y naturaleza enraizados...temblando Hermoso poema Ana!

11 de septiembre de 2013, 21:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso poema que nos hace pensar en esas hojas que vagan sin destino alguno

maria elena tolosa

13 de septiembre de 2013, 13:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo,querida Ana, besos, María Chapp

13 de septiembre de 2013, 14:49  
Anonymous silvia loustau ha dicho...

Se siente el leve temblar de las hojas, un abrazo,


Silvia Loustau

13 de septiembre de 2013, 20:04  
Anonymous Mónica Fazzini ha dicho...

Este poema me hizo sentír el temblor de la naturaleza atacada, el gemido del hombre y, aun así, la fuerza del verdor.
Gracias por tu poema. Abrazos verdes y latientes.

16 de septiembre de 2013, 20:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

abrazos verdes para ustedes, mis queridos. me halagan, me alegran, me tiemblan...muchas gracias!!
ana

29 de septiembre de 2013, 13:34  

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