1/3/13

Poema de Susana Zazzetti

 
 

y cada día ahora
prefiero la merienda
a las cinco de la tarde.
el impulso de mis manos en las agujas
tejiendo bajo el laurel.
deambular por la casa con ese libro
que me gusta y tanto.
y un vaso de agua
que nunca más refleje
el rostro azulado de los muertos
que se ahogan en un río.
 

© Susana Zazzetti

24 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

Buenísimo Susana. Esa rutina va tomando vuelo en un clima sin zozobra. Que maravilla unir ese vaso de agua con el constante pensamiento de los muertos, que tal vez sean más que los vivos. Una imagen final estupenda. Besitos. Isabel Llorca Bosco

1 de marzo de 2013, 14:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Susana:
Al misterio de los últimos versos se contraponen las dulces costumbres detalladas inicialmente que obran como protección contra lo terrible que se cierne como amenaza ambigua sobre el yo lírico. Esa “merienda” y esas agujas que se mueven a la sombra del laurel son ceremonias donde se intenta recuperar la paz luego de una terrible experiencia. Un grandísimo poema Irene Marks


1 de marzo de 2013, 18:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Susana. Tu poema me lleva a pensar en el apego a la rutina por temor a lo desconocido. Quizàs sea sòlo mi punto de vista; pero me gustò.

Gracias Mil

Andrea

3 de marzo de 2013, 10:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A quienes intuimos lo guardado en esos versos del final,a quienes algo sabemos, tenemos la sensación de que también duelen las espinas cuando son desprendidas del corazón.Pero es bueno retirlas del lugar más lindo del alma. Un poemazo Susi, un poemazo.

Lily Chavez

3 de marzo de 2013, 12:48  
Anonymous ANA MARÍA ha dicho...

HAS UTILIZADO EN TU POEMA UN FINAL FUERTE DOLOROS TREMENDO ME IMPACTÓ VERDADERAMENTE

3 de marzo de 2013, 16:23  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Es un poema que trasmite paz a pesar de su terrible final

3 de marzo de 2013, 21:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana:
La poesía sublima las más simples de las rutinas cotidianas. Y eso es lo que logra la fuerza de tu voz poética.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de marzo de 2013, 21:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana:
La poesía sublima las más simples de las rutinas cotidianas. Y eso es lo que logra la fuerza de tu voz poética.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de marzo de 2013, 21:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana:
La poesía sublima las más simples de las rutinas cotidianas. Y eso es lo que logra la fuerza de tu voz poética.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de marzo de 2013, 21:57  
Anonymous Lina ha dicho...

Buen planteamiento; es preferible la paz cotidiana y simple, antes que quebrarse irremisiblemente en el río de la vida. Besos, Susana. Lina

4 de marzo de 2013, 10:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy emotivo tu poema ,se cuáto te habrán costado esas palabras que arrancaste de tu interior con sangre y lágrimas
abrazo

maria elena tolosa

4 de marzo de 2013, 20:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy emotivo tu poema ,se cuáto te habrán costado esas palabras que arrancaste de tu interior con sangre y lágrimas
abrazo

maria elena tolosa

4 de marzo de 2013, 20:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tan poquitas palabras y seduce; dan ganar de estar ahi tejiendo, vivenciando...
Un abracito, Susana
Betty Badaui

4 de marzo de 2013, 22:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema potente, pues sugiere el valor que el tiempo da a las rutinas "nutricias", sí , es el tiempo, la serenidad que otorgan los años y tb. lo que el tiempo desgarra, lo que nos duele o nos tortura, las pérdidas, los duelos...
Me encantan estos poemas cortitos que dicen mucho.
Te quiero mucho
Juany Rojas

5 de marzo de 2013, 0:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Permanecer en un presente, rodeado de cotidianidad, posar las manos sobre un tejido o sobre las agujas del reloj...Ahora. A partir de este momento, parece decir ese yo,el agua reflejarà sòlo el instante que vive.

El final es tremendo: "el rostro azulado de los muertos/ que se ahogan en un rio". En lo personal, estos dos ùltimos versos me han dejado en estado de temblor.

Me encantò tu poema, Susana! Gracias por compartirlo.
Cariños
Hilda Dìaz

5 de marzo de 2013, 12:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bueno, me encantò este poema!

5 de marzo de 2013, 12:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

UNA ETAPA DE VIDA REALZA EL POEMA TE MANDA UN BESO MARIA LUISA MARQUEZ

5 de marzo de 2013, 21:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

tu poema me cala, me da la impresión del todo y la nada en una casi resignación inevitable
bello y trágico
gracias
un beso
francisco

7 de marzo de 2013, 14:58  
Blogger Adriana ha dicho...

Lo cotidiano como seguridad y rutina, para exorcizar lo inquietante. De cualquier manera, lo inquietante siempre está subyaciendo, convirtiendo el diario vivir en puro envoltorio de profundidades. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio

7 de marzo de 2013, 19:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana,un poema que rescata el valor de lo cotidiano, inseparable del recuerdo de lo perdido. No se puede olvidar, pero la elaboración poética, cristaliza el recuerdo en un homenaje.
Te deseo paz
Ignacio

7 de marzo de 2013, 19:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana, hay duelos que llevan mucho, mucho tiempo, pero finalmente, es posible soltar el dolor lacerante y construir un recuerdo que no lastime.. las dulces rutinas ayudan, consuelan, nutren con el amor de la vida que fluye, un abrazo, María Chapp

7 de marzo de 2013, 20:14  
Anonymous normagianico@hotmail.com ha dicho...

Que buen final !! Lo bello de las cosas simples !!

10 de marzo de 2013, 14:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Susana,
un poema que nos ofrece la sabiduría de los contrastes, en ese juego de opuestos que propone el arte de vivir, y una mirada que puede leer en el agua. Muy bueno.
Cariños

Elisa Dejistani

11 de marzo de 2013, 1:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre es tan bello leerte Susana!Hermoso poema q en la brevedad refelja el estadío de vida y ausencias. Felicitaciones poeta!
Alicia Corrado Mélin

15 de marzo de 2013, 11:15  

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