26/3/13

Poema de Lidia Vinciguerra


La casa cruje.
Ella percibe un sueño.
Seco.
Ha oído crujir 
la sequedad. 
La acechanza 
de una baba nocturna
irrumpe 
sobre los pisos de la casa 
en una marca sinuosa 
que se pierde en los zócalos.
Ella pregunta
con un desbordamiento de nitidez 
pregunta
dónde adhiere 
lo que repta
en qué fragmento 
se pudren los cimientos
qué socavado espacio 
anida ratas.
 
Ella pregunta 
para matarlas.
Para aceitar maderas. 
Limpiar ferocidades.
 
Descuajar sobre la casa.
Para salvarse.

 

© Lidia Vinciguerra

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

la casa del poema....y la palabra cruje...abrazo lidi
maria del mar

27 de marzo de 2013, 10:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gusta mucho este poema austero, descarnado en su secreto dolor.

Claudio Simiz

27 de marzo de 2013, 12:47  
Blogger Adriana ha dicho...

Me gustó mucho tu texto, por su áspera belleza. Tiene imágenes muy potentes. Un abrazo. Adriana Maggio

30 de marzo de 2013, 19:28  

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