TROVADORES V
“Te hallé como una lágrima en un libro olvidado”
Altazor, Vicente Huidobro
No vendrás
hacia donde te llamo en el reino de las tazas humeantes porque tu rostro verde
se marchita en el espejo oscuro del café.
Cuando llegues
estaré en otra parte y querrás penetrar en esas tierras de burbujas que gritan,
en esa lava altiva donde los siglos pesan como el clamor de las espesas cálidas escamas de las
bestias gigantes,
mas es blanca
tu piel y demasiado débil sonaría tu música en la cueva de cristales que
cantan, su hielo estalactita desprendida del sol, sus estrellas cortantes, sus
glaciares de luz, las incisiones del agua que en piedra arcilla sangran.
Ah no vendrás
cuando aún tengo el fuego y las calderas y zapatos y ropas – no vendrás cuando
llamo letanías de nombres que en sueños reconozco.
Pero es mejor
así: si te mostrara la hendidura del cielo donde la tierra ahonda su gruta
gigantesca,
si miraras
cómo caen y caen los soles de la noche entre párpados muertos,
si pudieras
oír todas las voces de los asesinados atravesando el peso del hollín y la
niebla,
tus ojos
girarían como luceros rotos,
se te iría la
voz, te quebrarías como un farol a oscuras en calle sin amigos,
dejarías el
rumbo de las pequeñas horas, los minutos de tráfico, las vendimias de hormiga.
Y yo te quiero
vivo, entre las cosas que vanamente pintas y repintas, balanceando sonrisas
como códigos de mensajes que envías sin comprender aún dónde conduce el hilo de
los aires clavados en tu ronda – y te
doy gracias, pues en tus ojos la rueca de mis huesos tejía un horizonte con
abismos de luna, con trovas de laúdes perdidos en la bruma del sauce.
Y regresé a
los tiempos donde la vid crecía en la colina del largo sueño que cubrieran los mares, y besé los refugios
de la sombra y recordé la seda de tus negros negrísimos augurios y vi brillar
la plata sobre tu oscuro traje recubierto de estrellas –
Pero tú no lo
sabes, solamente el que viene detrás de ti conoce estas señales,
el que mueve
las olas de la noche,
el que llegó
flotando en la más alta cresta de la espuma,
cuando surgió
el diluvio
para quitarme
el fuego para quitarme el fuego.
© Irene Marks
arte poética, irene, desde el epígrafe hasta cada punto de la invocación, es un texto para leer y releer por su exquisito tema y estilo. muy sugerente la imagen. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarUn poema hermético muy sugerente para leer y reler de acuerdo con Susana
ResponderEliminarEl que viene, por más que lo intente, no podrá robarte el fuego, Irene.
ResponderEliminar¡Bellísimo, desde el epígrafe de Huidobro hasta el punto final!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Sugiere, lleva un recorrido de buenas imágenes y quedan ganas de seguir leyendo, buenísimo texto.
ResponderEliminarAbrazos
Betty Badaui
Texto sugerente abierto a finales
ResponderEliminarpara leer y releer como ya se ha dicho
desde graciela abrazo
Buenísimo texto, la repetición del último verso marca el fuego de tu fuerza.
ResponderEliminarCariños Irene
Alicia Borgogno
Me dejó atónito la belleza de este relato/poema, como un mágico viaje desde los orígenes, hacia otros mundos, atravesando catástrofes, vislumbrando odiseas y agradecida
ResponderEliminaral inocente trovador que llena tu paisaje de amor y vida.
Hermosísimo Irene.
Ignacio
BELLO. INTENSO. SUGERENTE.
ResponderEliminarGRACIAS!!! GRACIAS POR EL POEMA.
Emilce
tantas imágenes y tan bien logradas,que hay que volver a leer
ResponderEliminarpara disfrutarlas nuevamente.
saludos
Anahí D.Bezoz
Hermoso, con todo el fuego encendido!!
ResponderEliminarBesossssssss
Bellísimo en todo su contenido, solo se puede reeleer y disfrutar, una obra de arte, felicitaciones
ResponderEliminarmaria elena tolosa
muy bello, muy críptico, la palabra planea libre y borda metáforas en un clima que alude a la creación, a un caos original y simultáneo; el mensaje atraviesa los siglos, alguien querrá robar el fuego pero será imposible, el fuego de esta poesía es solo tuyo, Irene Marks. Con un fuerte abrazo, Marta Ortiz
ResponderEliminarno tengo palabras para anunciar ni denunciar nada, sólo para agradecerte que hayas escrito esta enormidad, lo hayan publicado y haberlo podido leer...
ResponderEliminartodo este placer enorme te agradezco... GRACIAS!
francisco
Me estremeció tu poema, Irene, con su sabor bíblico, ancestral. Vale como globalidad y como pequeñas particularidades de imágenes y metáforas que tensan el lenguaje. Hermoso texto. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarTu poema tiene bellìsimas imàgenes, està encerrado en sì mismo como queriendo resguardar algo, queriendo hablar con el silencio. Detràs de cada imagen se esconden mùltiples palabras, cierta magia, ciertos universos ìntimos e invisibles. En lo personal tratè, en este caso, sòlo de dejarme llevar por la emociòn que cada verso con su propia imagen, me transmitìa. Y fue un recorrido muy sentido y muy rico.
ResponderEliminarGracias por compartirlo!
Cariños
Hilda Dìaz
Irene querida,
ResponderEliminarcon ese fuego que emana del sol, de la grandeza de Prometeo y de Altazor, nos regalas este poema imbuido de ingentes significaciones, que señala el advenimiento de una nueva era. Ante un mundo que se desmorona y que carece de sentido, se impone una creación desde cero, una nueva manera de ver la vida y al ser humano; que pueda reflejarse también, en una nueva poética.
Al son de un antiguo laúd, tu voz nos deja un canto conmovedor, en el que nos señalas que el hombre no vive, sino que va dejando de lado su propia humanidad y poco a poco se va convirtiendo en el hombre-hormiga, que no es consciente de su propia existencia, sólo de su tarea como productor y consumidor.
Un poema magistral, querida amiga, te felicito!
Un abrazo entrañable
Elisa Dejistani
MISTERIOSO, SUGERENTE Y MUY INTELIGENTEMENTE REALIZADO POR TU PLUMA QUE CADA VEZ ESTÁ MÁS VERAZ EN LA LITERATURA. BESOS DE ALICORA.
ResponderEliminarUn texto exquisito,imágenes y metáforas que hablan de tu don.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Hermoso es este texto, su relación de las tazas humeantes del espejo del café. Luego las imágenes toman una gran distancia, pero florecen en esta esopera un tanto misteriosa.
ResponderEliminarEs un trabajo grande y demuesta tu condición de poeta. Un gran geso. Isabel Llorca Bosco
Querida amiga: aún estoy emocionado por la lectura de tu poema o prosa poética. De cualquier modo, la poesía está presente con una fuerza inusitada. La profusión de imágenes, tan bellas como asombrosas, nos envuelven de una manera mágica y conmovedora. Como si hubiéramos iniciado un largo viaje cuyo sentido se va revelando a medida que avanzamos. O, tal vez, sólo se trate de una travesía desconocida que ha tocado milagrosamente nuestra sensibilidad. ¡Felicitaciones! Cariños de Horacio Laitano
ResponderEliminariRENE, varios de los comentarios lo han dicho todo. Es lo que despierta tu poética, la profundidad se vuelve conmovedora. Una poeta para leer y disfrutar.
ResponderEliminarLily Chavez
iRENE, varios de los comentarios lo han dicho todo. Es lo que despierta tu poética, la profundidad se vuelve conmovedora. Una poeta para leer y disfrutar.
ResponderEliminarLily Chavez
Querida Irene quede escuchando la emoción y la fuerza de tu poema. En ese silencio me sentí elevada, transportada al instante irrepetible de cada imagen tan bella en cada verso!! Sigo en silencio hasta volver a leerte. Es magistral, definitivamente magistral. Te abrazo suspendida.
ResponderEliminarMaria Paula Mones Ruiz
Hermoso texto Irene, felicitaciones!
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