11/12/12

Poema de Laura Massolo


OBLIGADA   MENTE


No se prepara un milagro
No acontecerá ninguna mutación
No se llenarán los huesos que desplazan la figura por la casa
El gesto agrio se volverá más agrio cuando se afilen los días
Habrá un momento delgado y negro como la boca de un embudo para tragar todos los sermones Y la sopa demasiado caliente y el hielo demasiado frío los intestinos atorados y el gato que desparrama la basura y el cielo cargado y los ruidos de la siesta y la plata que no alcanza y la herramienta que se robó un fantasma
Habrá una finitud
Un último suspiro 

Ahora el árbol quedó repleto con la lluvia
De vez en cuando
gotea
Es un tiempo
como el tiempo de los relojes de los sueños deforme incierto blando y desmedido

Habrá un minuto
Una baba sorda en la garganta
Un aliento al revés 

Y será cuando caiga esta gota o cuando caigan todas cuando la radio anuncie la temperatura cuando explote una sirena cuando no pase nada cuando se frote un último fósforo en la caja cuando las arañas miren desde el techo con una infinidad de ojos cuando se apriete el depósito del baño cuando emerja otro ser húmedo desde cualquier vagina cuando sea la muerte que será
sin acontecer y sin sorpresa 

Esa obviedad
ese desconocimiento

 

© Laura Massolo

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Poema en prosa muy sugestivo e intenso. Me gusta.

Claudio Simiz

11 de diciembre de 2012, 12:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Como siempre tus poemas intensos y decidores y un final que nos deja siempre reflexionando. Me encanta leerte Laura, te mando un abrazo


Lily Chavez

12 de diciembre de 2012, 19:10  
Blogger Isabel ha dicho...

Laura, estupendo poema en prosa, en el que las enumeraciones, la primera y la última parecen querer abarcarlo todo. No sabemos de la muerte, sin embargo conocemos de finales y de momento en el que un pequeño fósforo puede ser apocaliptico. Sin embargo, decimos no conocer la muerte. Laura, mi admiración al arte y al significar.Un beso Isabel Llorca Bosco

15 de diciembre de 2012, 7:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Intenso y profundo poema.
Dariel.

17 de diciembre de 2012, 15:40  
Anonymous Pauli ha dicho...

Buen poema, me encantó el oxímoron final.

17 de diciembre de 2012, 21:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Laura: lo cotidiano fluye en tu poesía hasta el borde de la exasperación. Las ceremonias diarias de la vida cuando se llega a la edad madura se aúnan al símbolo del árbol cargado por la lluvia y por otra parte nos hablan también del ciclo del nacer: "cuando emerja otro húmedo ser".Rito más rito más rito nos llevan a los tejidos delicados de los que está hecha la vida y que se reduce a veces a actos repetidos hasta el cansancio que se tornan costumbre. Un gran poema y muy bien expresado Irene Marks

18 de diciembre de 2012, 10:24  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio