CARTA A UN AMIGO DESDE LA
TIERRA
No es fácil, si no se sabe
-nunca se sabe-, andar
sobre el mundo posible, amigo.
Yo creí en la Tierra
imaginaria y
era suave deslizarme así,
mirando desde lo alto.
Yo creía pisar tierra firme, así.
De ahí mi última caída.
Es fácil volar sobre un mundo posible
no conocer la guerra ni el sol ni a un hijo
mirándolos desde lo alto,
pero andar
-andar entre las minas gozando el aire
que golpea y
el peso de un hijo sobre las espaldas, los dos
dorándose en un día claro, entre las minas-,
seguir sobre el mundo posible,
no es fácil si no se sabe, amigo.
© Irene Gruss
Muy muy bueno Irene.
ResponderEliminarEn fin como toda tu poesía.
desde graciela
las responsabilidades pesan, y que mejor que un amigo para sobrellevarlas, y bajar a la realidad aunque nos pese.
ResponderEliminarsaludos
Anahí Duzevich Bezoz
Excelente texto, lleno de dolor e ironía. Es verdad, no es nada fácil, caminar sobre este mundo minado. El último tramo del poema cobra una gran intensidad, al agregar la presencia del hijo: no es fácil, y, con el hijo, ¡es dificilísimo! Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarLos hijos y los poemas se marchan quién sabe a dónde y nos llevan, de algún modo, con ellos. Me gusta.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Excelente Irene!
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