Lo inevitable de un deseo
y ya el camino clavó su dedal
en el dique del letargo
y ya la sombra del polvo
sembró la demencia
sus demonios de sábanas quebradas.
Domesticados por sus voces de prisión
olvidaron las rampas
junto al umbral testigo de llaves
sólo para copular la antena de dos soledades.
© Norma Gianico
Guauuuuu
ResponderEliminarNorma metáforas excelentes plenas de poesía
desde graciela abrazo
Hermosas imáfenes, Norma, son creativas, refuerzan la idea del poema
ResponderEliminarVa un abrazo
Betty
¡Qué bella manera de describir, en tan pocos versos, la terrible realidad de soledades compartidas, Norma!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
Mar{ia Rosa León
Excelente, la soledad de a dos es más llevadera.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet