EL PIE
Cuando baja de la cama,
el pie,
deshinchado, laxo,
ejerce el acto de fundar el día
y da origen al impulso.
Cierta neurosis, cierta cábala, cierta estadística punzante,
revelan procesiones de fracasos,
y el pie, y su vena azul,
asoman una cuota de confianza para evitar los pasos mutilados, el
equívoco, el tropiezo,
y líbranos de todo mal en el momento de pisar la alfombra.
Si en lugar de cinco dedos tuviera cinco ojos
informaría del sol y del correo, y de que estás durmiendo aquí;
cinco orificios para oler delatarían
sexo entre las sábanas, playa y pinos,
o este Buenos Aires vértigo;
cinco canales para oír anunciarían la temperatura o el paro de
transportes;
cinco lenguas servirían para lamer el aire y el vinagre de la gente
antes de arrancar a las costumbres.
Pero es un pie inconsciente,
sordo, ciego,
sin más sentidos que un tacto que se moja con la ducha y anuncia los
dolores a la vuelta.
Por otro lado,
con este pie que sabe poco,
me levanto ingenuamente de la cama a presenciar mis desventuras y mi
tedio;
con este pie me armo de coraje, estés o no conmigo, y puedo ir a
buscarte.
Por eso, cuando lo saco de la cama,
apoyo tantas cosas en mi pie,
tanto delirio y tanta vida,
que parece injusto encerrarlo en el zapato.
Algún día
voy a ir
descalza
por la calle.
© Laura Massolo
...con este pie me armo de coraje estés o no conmigo ....me encantaron muchos de los versos encerrados en el poema tan lleno de imágenes... Me encantó .Gracias..abrazos
ResponderEliminarEvidentemente,Lauraq, te levantaste con el pie derecho para escribir este poema. Como la mayoría de los tuyos abarca una totalidad. Te los pensás descalzar para que tengan más calle, yo creo que únicamente "no sabiendo" pueden sostenerte el cuerpo y la cabeza incansable y arriesgarse a la senda de lo desconocido. Felicitaciones.
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
Como siempre me sorprende, pero de belleza tu poema.
ResponderEliminarNo podes....... no podes escribir así!!
Te quiero!!