Fragmentos
El horizonte
rojizo
como una oscura
línea de sangre
estalla la
imaginación.
Ante este mundo
de las furias
no me permito
una sola palabra
articulada,
acallo la voz.
En la partitura
de la lucha
la vastedad del
dolor germina
en acordes de
muerte
El ave de rapiña
pisa el suelo salobre,
golpea la tierra,
mordisquea los
restos,
aniquila
con la lucidez del
instinto.
Lo que me es
extraño
es el color azul
claro del cielo
y el delirio de
los pájaros
volando hacia el
sur.
© Estela Barrenechea
Una hermosa acuarela pintada con sutiles palabras configuran este magnífico poema,felicitaciones
ResponderEliminarmaria elena tolosa
ese horizonte rojocomo tajo, los restos y las aves de rapiña crean el teatro púrpura. Pero fuera está el cielo azul y los pájaros que viajan. Parece que ha pesar del dolor hay porvenir. Espléndido, Estela.
ResponderEliminarUn beso
Isabel Llorca Bosco
Como permanecer callada ante la furia si a veces nos ciega y no nos permite ver con claridad ? se necesita paz interior y un gran equilibrio ésto percibo en este poema un hermoso poema !!!
ResponderEliminarA pesar mío, Estela, se ha deslizado una falta-errata. Releo tu poema. Horizonte de sangre, palabra que tal vez no conviene escribir (según un comentario tuyo). Final estupendo "con la lucidez del instinto"
ResponderEliminarUn abrazo con mi creciente admiración
Isabel Llorca Bosco