21/10/12

Poema de Lidia Vinciguerra


               
          A Raúl Vera Ocampo 

Pienso que uno se cae
y se levanta 
y vuelve a caerse 
y se levanta 
y carga la lucidez 
de asumir la negación 
pavorosa 
de quedar ahí 
quieto 
o para siempre 
en el piso 
en ese lugar reservado 
a los insectos 
de quedar ahí 
magullado 
con algún hueso roto 
de quedarse ahí 
a punto de quedarse. 
Entonces sucede 
la actitud natural 
ganar 
la superficie 
de ese fondo reservado 
a la doblegación 
de los cuerpos débiles. 
Encontrar 
y encontrarse 
en ese universo inconcebible 
del pensamiento vertical 
–o pendular– 
esclavo de los hombres. 
Y es curioso 
presiento que
mientras tanto 
algo nos distrae 
quizás 
la subjetividad amorosa 
de creernos omnipotentes.

© Lidia Vinciguerra

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Una muestra clara de la debilidad del ser humano y no darce cuénta a tiempo que solos no podemos

maria elena tolosa

21 de octubre de 2012, 20:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La omnipotencia siempre distrae y el distraído está tan propenso a caer y destrozarse.
Abrazo, querida Lidia
Alicia Perrig

23 de octubre de 2012, 15:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

m encanto!!!! el universo que nos une
bellisimo!!!
Fabiposse

3 de diciembre de 2012, 3:04  

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