Poema de María Eugenia Caseiro

Inauguración

..La rueca del tiempo ya se encarga
de hilar el vestido de la novia
ahora desnuda y solitaria.

.. La noche, vigía irremplazable,
ensaya el canevá con dos arpones
y un beso suspendido en lontananza.
El trueno riega voces sediciosas
con luces como broches que atenazan.
Espera, desposada, espera siempre
el fuego en los balcones de la escarcha.
El velo macilento de un cadáver
descuella su calado entre las tumbas,
refugio inapelable de las momias.

.. La rueca del tiempo ya se encarga
de hilar el vestido de la novia
ahora desnuda y solitaria.

.. Ensarta, desposada, ensarta siempre
la aguja polvorienta de las horas
armándose el espectro de la nada.
En la fronda marchita de tu pelo
insectos laboriosos confeccionan
coronas de zarcillos y de barro.
Los brazos del amante a quien esperas
dormitan en un sueño de cien años.
El ojo de la aguja se acomoda
al negro, negro negro del pantano.

.. La rueca del tiempo ya se encarga
de hilar el vestido de la novia
ahora desnuda y solitaria.

© María Eugenia Caseiro