Poema de Alberto de Jesús Goicouria
Un hombre muere lejos de toda causa predecidle,
una flor marchita,
un río se ahoga inmóvil,
catedrales se derrumban y caen
serenas como mártir
amante fiel
de la constante creación…
lo cotidiano que se deshace y se renueva
como todo lo pasajero.
Los segundos pasan como el pensamiento.
La luna llena con vocación de ombligo de la noche sabe a flor de naranjo
y callamos
.......... por unos minutos
despidiendo a la suerte desafiante de la libertad.
© Alberto de Jesús Goicouria
Etiquetas: Jesús Goicouria
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