29/9/12

Poema de Marta Ortiz



 

cuento de invierno II

                III


río abajo la sombra
el confín del lucro festivo

soñé retablos y retablos vi
          pero rancios

huele a lumpen
                             a delta podrido
flotan detritus, mosquitas muertas
la postal segrega vidrio molido

como el fakir
el hombre-caracol duerme
no sobre púas ni plumas
sobre la laja rasa
pieza master del Museo Indigente
la talla hiperrealista
recuesta su cabeza
       -no de mármol-
en doméstica hermandad
su boca lame otra boca 
                                       pero de calabaza
al calor corrugado en la almohada de cartón       

cierran el collage
un torso y las piernas replegadas
        -no de peltre, no origami-
al abrigo del aire violeta
volátil membrana
                               que
se supo desde temprano
alcanzará esta noche
una temperatura por debajo de cero
la cifra exacta hiela mis dendritas
y es un árbol fósil mi memoria

© Marta Ortiz

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Marta: un poema que muestra en detalle, con imágenes escalofriantes, la realidad de quien está desamparado, muerto de frìo, acostado sobre las lajas. Podría hablar de los méritos literarios, pero me parecería una falta de respeto, ante lo que escribiste, tan desnudo, tan doliente, tan verdadero. Como diría Sartre:"¿de qué sirve la literatura ante un niño que se muerte de hambre?" En este caso no es un niño, pero es un hermano semejante, abandonado a la intemperie. Gracias por este poema.Con tu permiso y el de Gustavo me gustaría publicarlo en mi blog. Acordate que me hackearon el correo, por lo que a mi habitual dirección habría que ponerle gmail.com en lugar de hotmail.com. Gracias Irene Marks

5 de octubre de 2012, 11:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Marta: envié otro comentario, pero no sé si salió. Quería decirte que este poema retrata en forma desgarradora la situación de una persona abandonada, indefensa, a merced de la indiferencia y la intemperie. Si sólo pudieran otros ponerse en la piel del que sufre así, otro sería el mundo. Hacen falta muchos poemas como éste. Mi nuevo correo es con gmail en lugar de hotmail. Te aviso porque me hackearon. Con el permiso de Gustavo me gustaría publicarte este poema en el blog. Con cariño Irene Marks

5 de octubre de 2012, 11:53  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio