22/8/12

Poema de Andrea Álvarez



Padre, nuestra casa
se llenó de sombras -y te digo-
hay que dejar que crezcan las paredes
como crecen los hijos
y al dolor de los recuerdos
mandarlo a patear sus angustias al patio.

Que todo el vendaval de las caricias ausentes
posen su sol de luz sobre este techo
y nos caldeen el alma.

Permitirle a las plantas que floreen,
y en las mañanas
brindarle a los ido su desplegar de pétalos
y así, entre risas aromas y colores
alegrarle la paz a nuestros muertos.

© Andrea Álvarez

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy emocionante Andrea//placer leerte


desde graciela abrazo

22 de agosto de 2012, 14:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Andrea, qué sano y reparador es poder ver la ausencia de esa manera, saber quedarse con lo bueno, con la luz que nos dejaron los amados.
Un abrazo,
Juany Rojas

22 de agosto de 2012, 22:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

tu poema, bellísimo, pone claridad a todo lo oscuro que se nos ocurre es la muerte. felicitaciones por el estilo, delicadísimo. susana zazzetti.

23 de agosto de 2012, 13:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un verdadero canto de amor que no muere con nuestros muertos.
¡Bellísimo, Andrea!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

24 de agosto de 2012, 0:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gusta esto donde la poesía se desprende desde una conversación con alguien querido, donde podemos decir esto que sentimos con la libertad de sabrán escucharnos, para que la luz del sol sobre esa casa, que añora lo que alguna vez fue.
Besos amiga

Lily Chavez

24 de agosto de 2012, 8:28  
Blogger diana poblet ha dicho...

Esa recuperación del lar y lo cálido que sobrelleva la vida ante la muerte, agrada tu forma, el brote y el color que le has dado para que la tristeza no sea triste ni ajena.
Con mi abrazo,
d.

25 de agosto de 2012, 10:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"Y al dolor de los recuerdos, mandarlo a patear sus angustias al patio". Una maravilla de frase y un bellísimo poema.

Abrazo,

Alicia Márquez

25 de agosto de 2012, 20:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Andrea: este poema es una reivindicación de la vida, de la energía de ser, del florecimiento de la luz en todas las cosas.Me gustó particularmente la fuerza de "mandarlo a patear sus angustias al patio", y "el vendaval de las caricias ausentes" "posen su sol de luz sobre este techo",ya que así se siente la partida y a la vez se recupera. Excelente Irene Marks

26 de agosto de 2012, 13:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Andrea: Una visión positiva de la vida y la muerte en un magnífico, maravilloso poema que me dejó feliz y silbando. Y eso que no sé silbar.
Besos.

Jorge Luis Estrella

28 de agosto de 2012, 14:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Andrea eres excepcional .... Tienes un talento natural capaz de animar a cuanta alma desolada este por allí bien sea porque perdió a alguien a quién se amaba o simplemente se perdió por un momento en el camino sin saber que rumbo seguir. Muy veraz tú frase del patear y la de las caricias ausentes. Te deseo todo el un camino rebozado de triunfos. Con ganas de seguir.....

6 de septiembre de 2012, 21:16  

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