Poema de Leonor Mauvecin
Una clara se espuma
en el cuenco:
.......... Nube.
............ Azúcar.
................. Sólo sueños.
La niña en la casa solariega.
Sólo viento.
Una clara se espuma
en el cuenco:
........... Lágrima.
................ Azúcar y nieve.
................ Algún pétalo.
La mujer en la tarde que la habita,
sólo bate
una clara que espuma los recuerdos.
© Leonor Mauvecin
Etiquetas: Leonor Mauvecin
entrada de Gustavo Tisocco a las
12:36
15 comentarios:
Hermoso poema Leonor!
Transparente, hace de lo cotidiano un batido dulce, verdadero como la poesía misma,
Besos
Montse Bertrán
Hermosa frescura la q transmite este poema!
Cariños
Alicia Corrado Mèlin
Reecuerdos y el quehacer diario componen un encantador poema , gracias por compartirlo
maria elena tolosa
Bate la nostalgia, leva la espuma blanca.
Beso, Leonor!
Bate y bate con dulzura
este buen poema
desde graciela abrazo
Bellísimo tu poema, Leonor. Toca los sentidos con una fuerza encantadora, y toca las emociones con intensidad poética. Absolutamente femenino. Muchas gracias. Es un placer leerlo. Un abrazo. Adriana Maggio
Hermoso!!! Con aroma.
Abrazo
Alicia Perrig
Feliz idea comparar la "sustancia " de la que estamos hechos , que es "la misma de los sueños" con la espuma de la clara. En la niña son deseos, en la mujer, recuerdos. Las dos artesanas,tienen un bello porvenir: el plato a realizar. Pero al "espumar "esos sueños hay muchÍsimo más que queda encerrado en la cocIna. Poema con la riqueza de la ambigüedad, el talento y el oficio.
Un abrazo
Isabel lLorca Bosco
Qué Dulzura. En mi país llamamos al batido de clara como llamaría a este poema "suspiro".
Gracias Leonor.
Abrazos.
Andrea
Querida Leonor, conmovedor poema!! como dice Adriana, profundamente femenino, lo cotidiano, los perfumes, las texturas, las tareas, transfigurados en puro esplendor!! Un abrazo, María Chapp
Un poema cálido, acariciador, al leerlo el pensamiento descubre que cosa es la paz.
Gracias Leonor
Ignacio
Precioso, me encantó, pues sugiere , entrelaza un acto cotidiano y externo con todo un mundo interior, que puede tanto ser dulce, como efímero, liviano y frágil, tal como el batido de las claras.
Un abrazo,
Juany Rojas
Leonor
un poema que se disfruta con todos los sentidos, el sabor, el aroma, la textura suave de un batido dulce, el color de una mezcla que inunda una tarde de la infancia. Bellísimo poema, me hizo recordar una cocina, con mi abuela, con aquél hermoso tiempo pasado. Eduardo Chaves
Muy bonito, delicado. Me gustó mucho!
¡qué bello poema que espuma los recuerdos!! Felicitaciones, saludos,
Marta Ortiz
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