5/6/12

Poema de Marina Centeno



Sigo aquí, esperándote
y decidí no mover ni una hoja,
ni sacudir el polvo de tus zapatos
para que yo sienta que sigues a mi lado
(José Luis Castillejos Ambrocio)


La espera

Los minutos caen por mis hombros
como dardos de azúcar

El reloj se traslada hacia la cama
al café
y sobre las cosas intactas

Reúno a la hojarasca

y devuelvo al viento la estocada de suspiros
mientras la tarde arrasa con las páginas

Decidí perseguirte en el silencio
tararear la canción de las ausencias
y buscarle el frío a las puertas
cuando delante de mí se cierran


© Marina Centeno

14 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Una gran estocada a la belleza!

Besossssssss

5 de junio de 2012, 14:17  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Muchas gracias Mónica Angelino por estar conmigo en esta "Espera".
Besos, amiga!

5 de junio de 2012, 15:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gustó muchísimo//
importa saber que me estrujó el cuore

desde graciela abrazo

5 de junio de 2012, 19:23  
Anonymous Silvia ha dicho...

Una espera cargada de ausencias y belleza. Un abrazo, Marina!
Silvia R. Ares

5 de junio de 2012, 19:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué bellas imagenes Marina, minutos como dardos de azucar,
perseguirte en el silencio y tararear la canción de las ausencias...
Es hermoso Marina , gracias
Ignacio

5 de junio de 2012, 22:32  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Muchas gracias Graciela por detenerte en esta espera...
Saludos!

5 de junio de 2012, 23:26  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Gracias Silvia por la generosidad de tus palabras.
Muchas gracias!
Saludos.

5 de junio de 2012, 23:27  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Agradecida por tus palabras, Ignacio.
Saludos!

5 de junio de 2012, 23:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

" dardos de azúcar" ¡ qué creatividad tan bella! ya esta sola expresión le da vida al poema que es increíble, además, en su conjunto. susana zazzetti.

6 de junio de 2012, 12:24  
Blogger Anna Genovés ha dicho...

Marina,

La soledad eterna de la amante sin amado, de la vida sin el amor deseado… Hay cabida para pasiones, aunque éstas sean pasajeras porque necesitamos de ellas.

Mas, en la alcoba, cuando nos miran las paredes, las ventanas y las puertas, solas, lloramos sin lágrimas y gemimos sin ardor.

Tus versos envuelven mi organismo como una madeja de hilos de seda de los que no puedo desprenderme. Un beso
,
Ann@ Genovés

9 de junio de 2012, 17:21  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Querida Anna, muchas gracias por esta conmigo en esta "Espera"

9 de junio de 2012, 19:45  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Agradecida, querida Susana, por tu llegada y comentario.
Saludos.

9 de junio de 2012, 19:46  
Blogger Eduardo Espósito ha dicho...

Marina, muy bello el poema. Propio de otras latitudes. Como si el clima meteorológico influyese en el clima poético... Cadencias de otros lares...

15 de junio de 2012, 11:42  
Blogger Marina Centeno ha dicho...

Con toda certeza te otorgo la razín, querido Eduardo Espósito, de la influencia del ambiente, el medio y el entorno en la escritura de un creador. Muy cierta tu aseveración. Un gusto tener tu presencia en esta "Espera".
Saludos!

17 de junio de 2012, 13:00  

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