Poema de Juan Carlos Rodríguez
Insolentes almohadas
Vos me decías
que querías mudarte a la casa de la isla
y que ansiabas la llegada de fragancias arreboladas.
Reclamabas lapiceras para garabatear poemas,
rincones para soñar y llorar a gritos.
Pedías que no falten mariposas embarazadas
ni sembradíos de caricias o neblinas reveladoras,
botellas vacías desperdigadas,
manzanas que inciten al pecado,
camas donde nuestras desnudeces floten
y lenguas encarnadas en rosales.
Demandabas insolentes almohadas que interpelen
melodías incrustadas en los techos
y vestigios triunfantes de un ritual de espasmos.
Mientras vos seguías con tu manifiesto de imágenes
yo tenía una precaria certeza:
mi única casa era tu cuerpo.
© Juan Carlos Rodriguez
Etiquetas: Juan Carlos Rodríguez
6 comentarios:
Me encantó!!!
Magnífico final. Bastante heideggeriano: El lenguaje es la casa del ser.
Isabel Llorca Bosco
Magnífico final. Bastante heideggeriano: El lenguaje es la casa del ser.
Isabel Llorca Bosco
Gracias, Claudia, gracias, Isabel... me hacen muy bien sus palabras...
Juan
una exquisitez poética ¡ y tanto ese final!! susana zazzetti.
Juan Carlos:
Pluralidad de imágenes sumadas a esa mariposa en alerta de la imagen que acompaña!
Tere Vaccaro.
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