Poema de Raúl Feroglio
Desayuno
Para tu dulce hambre
para tu sed no saciada
siempre alerta soplo
sobre las tazas humeantes
hasta cuando la infusión que te alimenta
logra el punto justo, el equilibrio
de justicia y belleza
dignos de tu alma
¿Dónde está situada el alma
si no en la boca del estómago
de quien tanto ayunaba?
© Raúl Feroglio
2 comentarios:
Claro que sí. Ahí está el alma.
Perfecto.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Un poema claro, preciso y tan cierto!!
Bravo!!
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