2/2/12

Poema de Ignacio Giancaspro


MALVINAS I

Era mi dia 110.287
y todo había concluido ya
una espesa neblina solo dejaba ver
el pavimento húmedo
y mis pasos
llevándome al trabajo
pero aún recordaba
aquel coro disonante
monótono y prolongado
de roncas voces monocordes
y un viento de violoncelos
que agitaba
aquella bandera verde
desdibujada
en lo alto
de aquel edificio de amarilla cal
Fortaleza o loquero?
no lo sé
y allí arriba estábamos todos
ESPERANDO
y yo alcé esa bandera
que ya no era verde
sino un lienzo descolorido
donde alguien
había dibujado con carbón
mi rostro
con sombrero napoleónico
y otros rostros
con lo ojos como cuencas
y las bocas como tubos
de caretas anti – gas
y ya mi brazo era el asta
y yo colgaba de el hecho bandera
y uní mi grito al coro
y fue clamor
entre el humo y la niebla del espanto
y los haces reflectores sin color

Era mi día 110.287
el pavimento húmedo
y mis pasos.

© Ignacio Giancaspro

17 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¡ qué final, ignacio!, hay que escribir , con la altura literaria con que lo hacés, sobre tanto dolor. y dolerá siempre, más allá del tiempo, pero habrá una voz como la tuya, levantando la bandera plantada en la memoria. te abrazo. susana zazzetti.

2 de febrero de 2012, 21:59  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Coincido con Susana, poder decirlo con esa altura es loable a pesar del dolor.
Un abrazo
Betty

4 de febrero de 2012, 16:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ignacio ,en sus poemas publicados este año en este sitio ,advierto la particularidad de un yo doliente que se expresa unido al coro de lo universal y retorna en la mirada reflexiva a lospropios pasos ,a la soledad donde se escucha el destierro propio de la condición poética ,un cariñoso abrazo, Marizel Estonllo

4 de febrero de 2012, 18:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un bellísimo canto para mantener siempre en el alma y en la memoria
esa historia que nos llenó de indignación y dolor.
Felicitaciones, Ignacio, y un gran abrazo.
María Rosa León

4 de febrero de 2012, 19:50  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Bravo, Ignacio!

abrazos
Elisabet

4 de febrero de 2012, 23:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estimado Ignacio: me reconforta leer un poema donde el dolor no se transforma en un mero lamento sino en un relato poético de lo acontecido.
Felicitaciones
Un abrazo
Horacio

5 de febrero de 2012, 11:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Querido Ignacio: excelente poema, de lo mejor que leído. Un abrazo

5 de febrero de 2012, 23:57  
Blogger galáctica ha dicho...

Querido Ignacio: Un gran poema, donde el dolor se une a la deshumanización, a la descripciòn en colores, sonidos y movimientos del infierno sobre la tierra. La primera persona que recuerda , y ese número de día exacto, acrecientan el clima apocalíptico. Los pasos que resuenan hablan de un día después, de un día postpesadilla que es también terrible, como la de la persona que no puede vivir con tantos recuerdos horripilantes (lo que, de hecho, sucedió en el caso de muchos combatientes, que se suicidaron al volver o perdieron la razón)Excelente poema, imágenes como la bandera descolorida con tu rostro y el rostro de todos que nos golpean. Un mensaje fuerte y antibélico, un poema para no olvidar. Con cariño Irene Msrks

6 de febrero de 2012, 9:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué poesía!. Me atravesó el alma. El dolor enorme, la impotencia, el pánico, la locura de todas las guerra relatada desgarradoramente a través de ésta.
Tanto maltrato al cuerpo y al alma, que aunque sigan su camino, guardan cada recuerdo como esquirla!.
Un abrazo, Ignacio!
Amalia Zacoutegui

6 de febrero de 2012, 13:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio,
hay un espacio de sangre y desolación en el poetizar,acentuado en este poema, expresado con imágenes precisas, que logran penetrar en la sensibilidad del lector, con esa misteriosa magia que posee el poeta genuino.
Te felicito, excelente!


Elisa Dejistani

6 de febrero de 2012, 15:49  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Conmueve tu poema , bello en el espanto Gracias

7 de febrero de 2012, 1:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio, cada día siento a usted y a su poesía más cercanos a mí. Gracias por ello. Un fuerte abrazo.

Jorge Luis Estrella

7 de febrero de 2012, 2:01  
Blogger ignacio ha dicho...

Gracias, gracias a todos por su atención, comentarios y aliento, y gracias Gus por tu talento y arte por las imágenes que acompañan y realzan todos los poemas.

Ignacio Giancaspro

8 de febrero de 2012, 17:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

vuelvo a leerte. vuelvo. otro abrazo. susana zazzetti.

15 de febrero de 2012, 9:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio: Este poema tiene cuerpo, mente y espíritu!!!!En nombre de todas las voces expresas el dolor y la cruda realidad con excelencia guerrera, como dirían algunos estudiosos. Sos un gran soldado de la poesía y sus verdades justas en todas las formas del acontecer humano.
Te aplaudo de pie, poeta!!!!
María Paula Mones Ruiz

20 de febrero de 2012, 15:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ignacio, un poema fuertísimo, doloroso, donde queda en evidencia la sobreposición de los tiempos, el presente y un pasado que se introduce en éste para atormentarlo, sin embargo también es un poema reparador, sanador, pues permite liberar, soltar, para seguir en pie y entero.
Un gran abrazo
Juany Rojas

24 de febrero de 2012, 0:17  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Sentimientos

26 de febrero de 2012, 0:43  

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