Poema de Nerina Thomas

Cuadro enviado de regalo por Francisco Malvarez
Obra propia.

Con un mensaje que acusa:

Mi querida niña: La quiero. Le he enviado parte de mi vida.
Algo que me acompañó por mas de 25 años y encontré a
Quien le correspondía.. Vos.
Espero que lo sientas tanto como yo.
Es tan extraña y bella la vida!! Gracias por ser quien eres.
Un beso enorme. Francisco



La niña

Sobre la cabecera de mi cama
mi hijo colgó una imagen.
Es la foto de una niña
con la profundidad del mar en la mirada.

Hace veinticinco años, en esa Córdoba querida,
un duende tomó sus pinceles,
y descubrió una chispa de luz
en la hondura de mi alma.
Porque en ese tiempo, sin saberlo
recuperaba a la niña que habita en mí,
pues concluía un ciclo, me divorciaba.

Esto de las esencias, que se conocen
antes de encontrarse.
Una vez más el Universo lo confirma:
Y la niña está de fiesta, ya es hora.

Los globos que sus manos sostienen
son los mismos que permiten
su vuelo constante y en primera clase
Como la postura de su pie,
como cuando bailaba.

Lo que no se advierte
pero si se siente es la inocencia innata
que el artista no sabía pero sí apreciaba.

Nerina está a la vista
Con un marco dorado
Una dedicatoria acorde
Y un corazón gratificado.

© Nerina Thomas
Imagen y texto enviado por la autora del poema