26/11/11

Poema de Norma Segades


Balkis

“Y el rey Salomón dio a la reina de Saba todo lo que ella quiso, y todo lo que pidió, además de lo que Salomón le dio. Y ella se volvió, y se fue a su tierra con sus criados.” (1 Reyes 10:13)


Mi piel tiende un aroma a sombra pulcra,
a tiniebla compacta,
a nigromancia
rondando la orfandad de los capullos mientras desmayan frutos los olivos
y estallan de silencio las almendras.
Soy Balkis.
Soy la reina de Abisinia vagando sobre el lomo del desierto
y bebiendo horizontes,
duna a duna,
en búsqueda de lazos, exenciones, convenios comerciales, indulgencias,
porque su pueblo embiste
avasallando filiaciones, esencias, dignidades
con mandatos de necios veredictos rugiendo intolerancia a borbotones,
desnudando la voz de su inclemencia.
Soy Balkis,
la extranjera de sus ritos,
la que pronuncia leyes y conjuros con cadencia de muslos desvelados
cimbrando
sobre frágiles tobillos
el sinuoso ondular de las caderas;
la del vientre fecundo
y las miradas propicias al encuentro
como un muelle
donde amarrar el credo sin estatuas que patrocina filos arbitrarios sobre las libertades de las hembras.
Soy la reina de Saba,
con mis labios rubricaré los rollos de la alianza;
con mi lengua de cálidas caricias tutelaré jadeos y gemidos
hacia un encuentro de pupilas ciegas
entre un crujir de fuegos escarchados,
y el trémulo holocausto de la carne agonizando dentro de los cuerpos,
en las postrimerías del delirio,
cuando el sollozo agreste del esperma
engendre,
en la oquedad hecha misterio,
la filiación de astucia contundente que funde otro linaje,
otro destino,
otra estrategia para andar la vida con la sangre por toda contraseña

© Norma Segades

9 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísima recreación del pasaje bíbico y esa consigna final de "andar por la vida con la sangre paor toda consigna"...
¡¡¡Maravilloso, Norma!!!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

27 de noviembre de 2011, 17:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Además de que tu escritura es impecable, andás por la Poesía con la sangre como única consigna. Por eso, esta reina de Saba es bella y visceral. Gracias y abrazos.

Jorge Luis Estrella

27 de noviembre de 2011, 19:10  
Blogger ignacio ha dicho...

Bello, bellísimo poema, todo lo han dicho Jorge Luis y María Rosa, es cierto, el orgullo de la estirpe es lo que nos dignifica como seres valiosos.
Un saludo.
Ignacio

27 de noviembre de 2011, 20:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema con imágenes biblicas escrito con mucho talento

maria elena tolosa

27 de noviembre de 2011, 22:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Normita. Tu poema es una clase magistral y didactica.

Se Aprende o rememora mientras disfrutamos de las imàgenes.

Fantàstico!!!. Besos de cucurrucucuuuuu.

Andrea

28 de noviembre de 2011, 11:54  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Se siente! Se siente!
Tu sangre está presente.
Buenísimo. Abrazos.
Marta Zabaleta

29 de noviembre de 2011, 18:01  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Excelencia pura, querida Normita. Un poema con un halo mítico notable.

30 de noviembre de 2011, 12:16  
Blogger Unknown ha dicho...

Normita querida, qué historia en verso, qué observación ante ese mundo doliente. Lo mítico la acompaña en excelencia. Besos y aplausos mi amiga

2 de diciembre de 2011, 12:10  
Blogger galáctica ha dicho...

Hola Norma: ¡Cómo fluye tu palabra en un encantamiento sin edades! Tu voz tiene el hechizo del cuerpo de la Reina de Saba, la libertad de tu fuego surrealista es verdadera poesía, canción ilimitada. ¡¡¡Uno de los poemas más hermosos que he leído!!!¡¡¡La imaginación al poder!!! Irene Marks

4 de diciembre de 2011, 13:40  

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