13/11/11

Poema de Claudio Simiz


Preguntas II

La pregunta es en qué
se convierten los sueños,
su imponente, mutable arboladura,
su arquitectura frágil, implacable.
Entre la desazón y la esperanza
el camino se obstina,
trasegado, esquirlado
de caricias y lágrimas,
esta obcecada costumbre
de olvidar los siglos
que median entre el alba y el ocaso.
La pregunta es qué quedamos
después de la vigilias inhóspitas
del sueño,
cuando las cosas vuelven a ser
imperturbablemente ellas
y nuestra piel, un páramo
de costras imperiosas.

© Claudio Simiz

6 comentarios:

Blogger Ana Cocinera ha dicho...

Que la piel no sea un páramo depende de uno mismo...Bella manera de describir la soledad...Besos...Any

14 de noviembre de 2011, 9:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Todas esas preguntas que parece no tener respuestas en el plano de la lógica, encuentran su respuesta en la poesía, que para eso existe.
¡Me encantó tu poema, Claudio!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León

14 de noviembre de 2011, 11:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

construcción muy bella, con sus interrogaciones sin certezas. me encantó. susana zazzetti.

15 de noviembre de 2011, 12:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello poema,una respuesta a la temible soledad...La infelicidad cuando se hace crónica es peligrosa por eso es bueno refugiarse en la poesía.Adelante!!!poeta cada día escribe mejor.Felicitaciones!!! M.S.L

15 de noviembre de 2011, 16:37  
Anonymous Pauli ha dicho...

Doloroso tu poema, que nos llega a fondo a los solitarios.

19 de noviembre de 2011, 17:19  
Anonymous Sonia Quevedo ha dicho...

Claudio:
Cada pregunta sin respuesta es una especie de sueño o pesadilla interminable lleno de imágenes dolorosamente frías, inciertas y también, muy ciertas.
Es penumbra y sombra; es ocaso y fin, de la inquietante vigilia.
Maravilloso poema.

Sonia

27 de noviembre de 2011, 1:30  

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