Poema de Claudio Simiz
Preguntas II
La pregunta es en qué
se convierten los sueños,
su imponente, mutable arboladura,
su arquitectura frágil, implacable.
Entre la desazón y la esperanza
el camino se obstina,
trasegado, esquirlado
de caricias y lágrimas,
esta obcecada costumbre
de olvidar los siglos
que median entre el alba y el ocaso.
La pregunta es qué quedamos
después de la vigilias inhóspitas
del sueño,
cuando las cosas vuelven a ser
imperturbablemente ellas
y nuestra piel, un páramo
de costras imperiosas.
© Claudio Simiz
6 comentarios:
Que la piel no sea un páramo depende de uno mismo...Bella manera de describir la soledad...Besos...Any
Todas esas preguntas que parece no tener respuestas en el plano de la lógica, encuentran su respuesta en la poesía, que para eso existe.
¡Me encantó tu poema, Claudio!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
construcción muy bella, con sus interrogaciones sin certezas. me encantó. susana zazzetti.
Bello poema,una respuesta a la temible soledad...La infelicidad cuando se hace crónica es peligrosa por eso es bueno refugiarse en la poesía.Adelante!!!poeta cada día escribe mejor.Felicitaciones!!! M.S.L
Doloroso tu poema, que nos llega a fondo a los solitarios.
Claudio:
Cada pregunta sin respuesta es una especie de sueño o pesadilla interminable lleno de imágenes dolorosamente frías, inciertas y también, muy ciertas.
Es penumbra y sombra; es ocaso y fin, de la inquietante vigilia.
Maravilloso poema.
Sonia
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