Poema de Andrea Álvarez
De púrpura los ojos.
Prendida en las sombras de la aurora
agitan las tinieblas.
La ira ondula sobre un pergamino de llanto
y desde el ínfimo albor de sus candiles
la golpea.
Fuego iracundo de alma
contra la integridad de su esencia .
Enclaustrada en sus propios escollos
la cólera invidente
remonta la expectación de su mundo
desde un ojo purpúreo en la tiniebla
que suele ser un grito de la noche
a expensas de un puño
que deja caer su sombra
sobre la luz del sosiego.
Esparce en dobleces desgracias e injusticias
mientras ella oculta
su contusión de ojos y purpúreo silencio.
© Andrea Álvarez
4 comentarios:
¡Qué hermosas imágenes sensoriales, Andrea!
Leerte siempre es una fiesta.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
¡Andrea!Qué alegato contra la violencia de género, qué bien escrito, y también qué doloroso ese "puño cuyo movimiento reflejan tus palabras. Logradísimo Irene Marks
Querida Andre,
desgarradoras las imágenes y el entramado de este grito sordo, que emerge desde las sombras de cada mujer violentada. Un poema que denuncia y advierte. Te felicito.
un abrazote
Elisa Dejistani
Hace algún tiempo tuve el impulso de comentar esta poesía. Lo hice. Lo hago y, posiblemente, lo volveré a hacer. En tanto sigan habiendo seres abyectos que abusan "a expensas de un puño/que deja caer su sombra/sobre la luz del sosiego", o de otras maneras más sútiles y perversas.
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