11/9/11

Prosa de María Teresa Andruetto


Tallarines al pesto

Es condición indispensable que se acompañen
Con un vaso de borgoña. Pueden ser comprados en la fábrica de pastas, pero no hay como los hechos en casa en un día de invierno. Estirados hasta dejar pasar la luz. Colgados a secar de los espaldares de las sillas como los relojes blandos del cuadro de Dalí. Arrollados, prietos, sobre el mármol de la cocina. Cortados en cintas finas, tan finas que los dedos peligran. Abiertos luego, aireados por las manos llenas de harina. Son tan tiernos que apenas llegan al agua se desmayan y hay que colarlos pronto y cortarles la quemazón bajo el chorro de agua fría.
Por eso, antes de cocinarlos es preciso hacer el pesto. Desflorar una cabeza de ajo, apretar cada diente hasta hacerle saltar el pellejo. Una vez limpios, una vez lisos, apretarlos con el canto del cuchillo hasta hacerles perder la verga verde que se repite e inflama las entrañas. Después hacerlos papilla, picarlos hasta la exasperación. Cuando se hayan convertido en puré, reducir a zumo un ramito e albahaca que habremos cultivado en la maceta del balcón o en el jardín de la vecina. Mezclar ambas esencias en el fondo de un tazón. Inundar esa fragancia con un chorro de aceite de oliva y descender con todo al océano de la fuente.


© María Teresa Andruetto

12 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Magnífica receta!!!
Un abrazo,

Alicia Márquez

11 de septiembre de 2011, 18:15  
Blogger ignacio ha dicho...

Admiro a la gente que siente placer al amasar, como el placer que sientes al escribir esta prosa-poema hermosa, donde jerarquizas cada acción de la cocina con el respeto que se le tiene a una flor.
y ¡la albahaca! la reina de las especias, no la hagas puré, yo la corto en pedacitos.
Un cordial saludo y felicitaciones
Ignacio Giancaspro

11 de septiembre de 2011, 20:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Palabras mayores. Alta cocina y alto vuelo poético.
¿Qué más podría faltar, Marité?
Aplausos, bises, besos y BON APETTITE!!!
María Rosa León

11 de septiembre de 2011, 22:47  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

Excelente!
se siente y se disfruta :)

12 de septiembre de 2011, 23:48  
Blogger Liliana ha dicho...

Hermosa, visual y aromada receta.

13 de septiembre de 2011, 11:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Original tu poema,tan exquisita la receta que llegué a sentir el olor al pesto.
Alicia Borgogno

13 de septiembre de 2011, 14:20  
Blogger José Manuel ha dicho...

¡Pero qué ganas me dieron de comerme tu poema acompañado de un sangrante tinto!

José Manuel Solá
[Puerto Rico]

14 de septiembre de 2011, 19:09  
Blogger diana poblet ha dicho...

Excelente tu poemario de cocina. Excelente.
Con mi abrazo y ñam ñam.
d.

16 de septiembre de 2011, 16:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

no puedo escribir mucho, porque tengo la servilleta en una mano, los anteojos en la otra y la poesía en la mente...y apenas termino d tragar el último bocado...
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

17 de septiembre de 2011, 15:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

lo leo y siento el aroma, un poema
saludos
patricia corrales

19 de septiembre de 2011, 14:15  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

No podes. no podes ser tan creativa!!
Brillante!!
un cariño grande.

23 de septiembre de 2011, 23:01  
Blogger Benjamin Mejias Caris. ha dicho...

Que maravilla...todo es belleza.
Felicitaciones.

27 de septiembre de 2011, 23:35  

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