Poema de Camilo Valverde Mudarra

CÓRDOBA SULTANA

Córdoba viene dentro de mí
como una ventisca persistente de deseo
que, con un quejido intermitente,
susurra ansias amorosas clausuradas
por el poso de óxido del tiempo.
La melodía cósmica de mi impulso
llama a mi enamorada sultana,
la roldana del pozo,
que, con abulia de hartazgo,
se oculta displicente
tras nocturnos nimbos y noches de estrellas,
mientras la luna se estampa enorme,
en el espejo inmóvil del fondo del aljibe.
En el rincón, donde el sillón de la abuela
hacía de altar y de sosiego,
un ladrillo desnudo que no pudo destruir
el avance de los tiempos,
conserva inscrito en rústico corazón,
con las iniciales del primer amor adolescente,
el despertar del sexo y de su urgencia.
Un retumbar de sonidos
se adueñan de mi soledad,
y arañan los límites de mi piel.
Todo yo, soy fuego y agua al mismo tiempo.
Me quedo estático, perplejo,
con la ternura de siglos y de otoños
clavados en los ojos.
Simplemente, como un rehén
dispuesto a no morir
en la tristeza del recuerdo.


© Camilo Valverde Mudarra