14/7/25

Poema de Francisco Rapalo

 

          

A LA ALTURA DE LOS TALONES,

 la pollera de Ida me materna

como un ala de cigüeña.

 La carne desnuda es mi horizonte,

 el recuerdo que más brilla.

 

 No mires arriba.

 Con Ida aprendí el infortunio de las palabras:

 una sola

 y ponía al mundo de rodillas.

 

 Mamá agua, dije.

 

 Ida me miró como una cosa vacía

 y la palabra mamá se quemó

 en alguna urna.

 

 No mires.

Ahí viene Gladys,

 pero tiene prohibido llevarte.

 

 ¿Dónde

 puede esconderse

una hija con tantas palabras?

 

 Mamá agua.

 Mamá cigüeña.

 

 Los años con Ida

 bien podrían haber pasado

 con Mamá en el centro,

 un matrimonio de mujeres

 con piernas peludas

y corpiños flojos,

 escaldeadas por el verano

 mientras la misa flameaba en la radio.

 Bien podría.

 

 Sabrá Dios

qué vuelo se alcanza

con dos madres.

 Cuán dolorosa

 es la caída.

 

© Francisco Rapalo

Etiquetas:

1 comentarios:

Blogger Gus... ha dicho...

Bienvenido Francisco a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.

14 de julio de 2025, 18:36  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio