Poema de Francisco Rapalo
A LA ALTURA DE LOS TALONES,
la pollera de Ida me
materna
como un ala de cigüeña.
La carne desnuda es
mi horizonte,
el recuerdo que más
brilla.
No mires arriba.
Con Ida aprendí el
infortunio de las palabras:
una sola
y ponía al mundo de
rodillas.
Mamá agua, dije.
Ida me miró como una
cosa vacía
y la palabra mamá se
quemó
en alguna urna.
No mires.
Ahí viene Gladys,
pero tiene prohibido
llevarte.
¿Dónde
puede esconderse
una hija con tantas palabras?
Mamá agua.
Mamá cigüeña.
Los años con Ida
bien podrían haber
pasado
con Mamá en el
centro,
un matrimonio de
mujeres
con piernas peludas
y corpiños flojos,
escaldeadas por el
verano
mientras la misa
flameaba en la radio.
Bien podría.
Sabrá Dios
qué vuelo se alcanza
con dos madres.
Cuán dolorosa
es la caída.
© Francisco Rapalo
Etiquetas: Francisco Rapalo
1 comentarios:
Bienvenido Francisco a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio