18/7/25

Poema de Eugenia Cabral

  


Yo me habría acostado con Tiresias

-siendo consciente de su androginia

y de la mía-,

exhibido con orgullo la excentricidad,

a cambio de poseer un vidente

iluminado en su interior,

como los templos.

 

“– Para ello tendrías que haber falsificado

un pasaporte griego, Eugenia,

haciéndote pasar por la prima segunda

de Konstantin Kavafis.

Extranjera, lejana y prestigiosa,

nadie hubiera osado denigrarte...”.

 

© Eugenia Cabral

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