SOBRE LA ESCRITURA
No me mires si escribo
como se mira
a una loca de lluvia y arena.
Yo mientras escribo me disuelvo y no
sabés cómo sucede la metamorfosis en
mi piel que no conocés.
No podés saberlo
porque para vos la lluvia es una
cuestión
casual, una incómoda
intrusa
que trasviste el día.
Para mi es aprender
todos los méritos del agua que
me sacan de mi y me ayudan a ir
a la disolución
estrecho paso.
Ahí ya no hay cortinas ni leves
ni pesadas
sólo atravesar las aguas
como un pez hipnotizado.
Y si un día
por pura eventualidad
no apareciese la letra justa
y el cansancio me cegase
y el mundo fuese solo
las paralelas del alma
es decir
ir y venir transpirando
sustentos y sin
pensamientos caer de noche
como un trapo usado
y si no llegase porque algo
impermeable secó
el cuerpo y la palabra
cómo le llamarías a esa muerte.
© Ana Russo
ROSAS Y NANAS
Rosas
muchas rosas
para las tumbas blancas
y para quienes aún no las tienen
pero, seguro, andan cerca
silbándonos bajito
una canción de amor y de reclamo
una nana para tantos y tantas
que aún viven en otra casa
otro patio
de otra abuela
que, quizás, no se les parezca en nada
otra nana
para quienes viven en su patio
de glicinas y margaritas blancas
mucho canto sin nostalgia
para quienes van apareciendo
con la sangre alta
y un canto alegre
para tantas Estelas
que con sus pañuelos
y sus rondas
están siempre de pie
empuñando la bandera
del coraje y la esperanza.
© Cristina Martín
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