Poema de Eugenia Straccali
¿Acaso el que huye de su Patria huye de sí mismo? Horacio
Escocia
mi extranjería
foránea peregrina errante forastera penitente nómada
alienígena exótica bárbara extraña intrusa migrante refugiada expatriada
vagabunda desplazada trashumante rechazada exiliada viajera nómade deportada
desterrada expulsada asilada exótica desamparada asilada cíngara paria lumpen
desarraigada huérfana volante mística rara bestial filosa escarpada criminal
roca cascada peñasco fortaleza mutante híbrida medusina rapaz poeta poeta
poeta lejana solitaria extraterrestre poeta cuchilla extranjería Escocia
no tengo origen ni hospedaje extranjera (xenos)
la vida y la muerte son flores perversas mi nombre nace de
algún silencio
me impidieron quedarme en la quietud
nacida de los dientes del Dragón
el ojo de Dios se desvió hacia el sur
velambre por encima de mi cabeza
capa de células muertas con estrías de pared que recubre
la corteza las raíces de las orquídeas
devine guerra
¿Acaso el que huye de su Patria huye de sí mismo?
punta filo de flecha soy
asesina
me escapé
soy la fugitiva de la galaxia Rum
isla de la Hébridas interiores
mundo salvaje reserva natural
de aves marinas águilas reales de cola blanca colimbos
cuellirrojos pardelas
santuario de Cielo Oscuro de Escocia
estoy aquí
al resguardo de los estragos
de mis ancestros
mis llagas son pupilas desesperadamente abiertas te buscan
en torno a un poema que brilla apenas
no pertenezco al orden diurno tampoco a lo visible de la
memoria
de mí afuera siempre el ritmo de las palabras en mis fauces
el secreto se esconde a menudo en los repliegues de alguna
emoción
Moffat
aquí “los caminantes son bienvenidos”
las ovejas se iluminan con los astros
aquí
me sustraigo a todo develamiento
abertura de una estirpe que me expulsó siempre
puedo descansar del pasado del cuerpo revelado
a merced de otras orillas
¿lo real?
se soporta con poesía y osamenta de animal
aquí
viniste hacia mí
la muerte no te había cambiado todavía heredaste los
desiertos
yo te alcanzo un milagro
mientras estoy acá
oigo el ulular de mi viejo amigo
el búho blanco del silvestre Bosque Caledonio
este sonido al atardecer
si se escucha de más cerca
parece mucho más animal y gutural
no tiene resonancia
desde esta profundidad
su canto parece un tambor
sobre la piel tirante del tímpano de la floresta
o es sólo la voz del búho
es el pulso que modula las reverberaciones de la Naturaleza
es un instrumento musical tocado por sus criaturas
que celebran su alegría o su tristeza
Dark sky
para respirar mi estrella necesita de un nuevo espacio
nocturno
© Eugenia Straccali
Etiquetas: Eugenia Straccali
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