12/3/25

Poema de Eugenia Straccali

 


 ¿Acaso el que huye de su Patria huye de sí mismo?                                                                                                  Horacio


Escocia

mi extranjería

foránea peregrina errante forastera penitente nómada alienígena exótica bárbara extraña intrusa migrante refugiada expatriada vagabunda desplazada trashumante rechazada exiliada viajera nómade deportada desterrada expulsada asilada exótica desamparada asilada cíngara paria lumpen desarraigada huérfana volante mística rara bestial filosa escarpada criminal roca cascada peñasco fortaleza mutante híbrida medusina rapaz poeta poeta poeta lejana solitaria extraterrestre poeta cuchilla extranjería Escocia


no tengo origen ni hospedaje extranjera (xenos)

la vida y la muerte son flores perversas mi nombre nace de algún silencio

me impidieron quedarme en la quietud


nacida de los dientes del Dragón

el ojo de Dios se desvió hacia el sur

velambre por encima de mi cabeza

capa de células muertas con estrías de pared que recubre la corteza las raíces de las orquídeas

devine guerra


¿Acaso el que huye de su Patria huye de sí mismo?


punta filo de flecha soy

asesina


me escapé

soy la fugitiva de la galaxia Rum

isla de la Hébridas interiores

mundo salvaje reserva natural

de aves marinas águilas reales de cola blanca colimbos cuellirrojos pardelas

santuario de Cielo Oscuro de Escocia

estoy aquí

al resguardo de los estragos

de mis ancestros

mis llagas son pupilas desesperadamente abiertas te buscan

en torno a un poema que brilla apenas


no pertenezco al orden diurno tampoco a lo visible de la memoria


de mí afuera siempre el ritmo de las palabras en mis fauces


el secreto se esconde a menudo en los repliegues de alguna emoción


Moffat

aquí “los caminantes son bienvenidos”

las ovejas se iluminan con los astros

aquí

me sustraigo a todo develamiento

abertura de una estirpe que me expulsó siempre


puedo descansar del pasado del cuerpo revelado

a merced de otras orillas

¿lo real?

se soporta con poesía y osamenta de animal


aquí

viniste hacia mí

la muerte no te había cambiado todavía heredaste los desiertos

yo te alcanzo un milagro


mientras estoy acá

oigo el ulular de mi viejo amigo

el búho blanco del silvestre Bosque Caledonio

este sonido al atardecer

si se escucha de más cerca

parece mucho más animal y gutural

no tiene resonancia

desde esta profundidad

su canto parece un tambor

sobre la piel tirante del tímpano de la floresta

o es sólo la voz del búho

es el pulso que modula las reverberaciones de la Naturaleza es un instrumento musical tocado por sus criaturas

que celebran su alegría o su tristeza


Dark sky

para respirar mi estrella necesita de un nuevo espacio nocturno

 

© Eugenia Straccali

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio