Nadja
veámonos de tal modo
que ni yo te sepa mítica
ni vos presumas que existo
a la manera del mundo
veámonos en tal niñez
que ni vos me sepas hombre
ni yo quiera fecundarte
contra el sol del muro
en tal ingrávida emoción
de conocernos dormidos
que ni vos quieras despertarme
ni yo presuma que existe
mundo sin Nadja.
© Marcos David Porrini
Entre el despertar y el misticismo, ese presunción de Nadja, ya sitúa. Muy bello!
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