Poema de Diego L. García
old fashioned
la voz de Doris Day cabe en el humo
que baila con gracia sobre los edificios
de una ciudad x, escena sin configurar
más que la sensación de bienestar envasada
que anhelamos comprar con los párpados
pesando cada hora de vigilia.
debemos justificar esas victorias
ganadas a los portones metálicos,
a las zapatillas apretadas, a una lengua
que en algún momento se volvió violenta?
el negro de su espalda y la camisa del tipo
se parecen a un cupón de comida gratis
es una escenografía de los años 50, pero
en las luces de cada ventana
podríamos guardar como si fuera
una caja fuerte
recuerdos de viento o de río.
sé que es la propaganda de una victoria
sostenida a base de autos nuevos y cigarrillos,
que la radiación nuclear no se disimula
con peinados con fijador, caras juveniles,
amor
en papel de celofán
para envolver grasa y fritura
en un momento
capaz de saludar a la muerte
old fashioned, dice un cartel
como el trago que toma Don Draper
en esa serie que me fascinó tanto tiempo.
nadie va a ninguna parte, los diálogos
no tienen importancia. lo que gusta
es justamente no tener que romper el vidrio
en caso de emergencia diariamente.
a media sombra el mate, un florero plástico,
el control remoto, Otelo con la solapa rota.
una fuente anticuada escribe palabras
en el boleto de alguien que no viaja más
© Diego L. García
Etiquetas: Diego L. García
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