22/9/25

Poema de Sergio Guerrieri

 

 

Deberíamos dar nombre

 al órgano de ceniza,

 

no preguntarnos por la quemazón,

no cuestionar su esencia volátil, crepitante,

no soñar con lo que se ha perdido,

 

(tal vez alguien dude sobre lo que se hizo,

lo que se hizo así…)

 

pero no merece la pena revivir lo que ardía

tan dolorosamente, junto a los maderos,

 

sí, su nombre;

sí, su dedo señalando la flor;

sí, que iba a darnos su dulce por única vez.

 

© Sergio Guerrieri

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio