Poema de Eliana Amschlinger
Una presencia habita nuestra casa
un hombre anda perdido,
con la vista posada en un
punto imaginario
que dispara hacia sí mismo.
Sentado todos los días en la mesa,
el espectro parte su silencio
en tres y nos alimenta
fija su mirada en mí,
evocando el reflejo
de su joven rostro sucio
en un río.
Mi madre aún lo busca
en sus ojos, en esa fosa
que succiona
hacia el pasado.
No se queja.
Lo único que mi madre reprocha
es que nos lo hayan entregado así:
partido a la mitad.
con la carne en el continente
y la memoria enterrada
en las Islas.
© Eliana Amschlinger
Etiquetas: Eliana Amschlinger
2 comentarios:
Sentido homenaje en la memoria...
Más que justo Eliana. Saludo desde Córdoba
Inmenso homenaje al amor y tremendo grito a la injusticia. 🥀
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio