Poema de Pablo Duca
A Héctor, el noble.
Un acuario atiborrado de peces.
Un río de medusas indescifrable.
Un pescador que llena el bote
para la supervivencia de la aldea.
Un canal, algún canal o ningún canal.
Un río que sube a pie por la cordillera.
El mediomundo vacío,
al fin vacío.
¿Sólo sabía flotar?
En su espalda una soga suelta un ancla a tierra firme.
Ahora lo veo nadar mariposa mar adentro.
Ahí viene la muerte, interrumpe la muerte.
Déjenmelo a mí, insiste.
Un rehén que me permita negociar un franco, prosigue.
El mediomundo vacío.
Al fin vacío.
Y él es sapo de un océano en fuga
que sale limpio del agua.
© Pablo Duca
Etiquetas: Pablo Duca
2 comentarios:
Cuántas imágenes que nos acerca el poema, Pablo! Felicitaciones, un abrazo!
El poema es una red y atrapa.
Gracias, Pablo!
claudia
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio