Poema de Isabel Llorca Bosco

 

PUNZÓN

 

Filo invisible que nos aísla

y al abrir los ojos no hay nada en el cuarto.

El jardín, desierto.

Poda inútil como esta hermosa vida.

Tal vez, lejos, el reflejo de luces de mi ciudad

en ese río inmenso por mi llanto,

que no había podido salir hasta hoy.

Noche gris, silenciosa.

Volver al mismo gris impuesto a mis 14 años

para que hable el dolor ahogado

y que no se escuche ningún latido más.

 

© Isabel Llorca Bosco