¿CUÁNDO?
La noche habla.
Invita
a beber de las estrellas.
Danzamos
con los sonidos
que trae la oscuridad.
Contagiados
del sudor
que emana la luna llena
bailamos
amarrados a este tiempo manso
a esta guía florecida
a los sentires
que alguna vez alimentamos.
La danza del fuego atrae
y envueltos en su cadencia
nos abandonamos.
Mientras la nostalgia cae
sobre el resto de la noche
recorro los huesos
de los buenos tiempos
y me pregunto
¿en qué momento
apagamos la
música?
© Graciela Ballesteros
Mi mi libro inédito aún me, va asomando en tu blog. Quizás sea su destino. Te agradezco infinito.
ResponderEliminar❤️🦋
bellísimo. tremendo mensaje. susana zazzetti
ResponderEliminarA recuperar esa música perdida a través del rito ancestral de la danza del fuego...
ResponderEliminarAbrazo grande Graciela
Precioso tu poema Graciela!
ResponderEliminarMuy lindo, Graciela!
ResponderEliminarHermoso Graciela!
ResponderEliminarcon música mucho más bello siempre
Apagamos la música cuando dejamos de soñar, Graciela.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
Alicia Márquez
Linda poesía y buen mensaje!!! Cristina Noguera
ResponderEliminarMuy lindo poema!
ResponderEliminarRecorro los huesos de los buenos tiempos...bellísimo! Fabiana León
ResponderEliminarQué bonita esa danza del fuego que nos sumerge en ese estado de nostalgia y reflexión. Graciela Barbero
ResponderEliminarBello Graciela, y que no se apague la música
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