Misael Castillo comparte a Vázquez/Noceti/Seppi

 

La Máquina

 

Cuando la máquina se traba

no hay técnico que valga

no le pagues a uno de esos estafadores.

Cuando la máquina se traba

no pierdas el tiempo tratando

de descifrar manuales chinos, yanquis o alemanes.

Cuando la máquina se traba

y se agotan las opciones

yo recurro al instinto

la reinicio a patadas

arranca más ruidosa

y llena de humo la sala.

Máquina masoquista, sucia

su mecanismo se engrasa

con la tinta derramada, con la pérdida

se alimenta de chatarra.

Máquina egoísta y bruta

mastica y se gasta los dientes

se le caen las babas sobre los botones

se le endurecen las palancas.

A patadas

para que no se coma el viaje.

A patadas

porque a veces el deseo no alcanza.

A patadas

porque la máquina debe funcionar

cueste lo que cueste.

 

© Matías Vázquez 

Retama

 

Vos sí que sabés de victorias,

hiciste de tu aventura

un tornado suave de semilla,

aguantadora, honesta, impredecible,

latiste con la tierra,

te quedaste,

hasta en tu pelo crecieron raíces,

presencia foránea

celebrás con color tu historia,

no es obsecuente tu fealdad

de invierno desnudo

tu cultivo seco es resistencia,

brazos que tienden caminos infinitos,

mapas resilientes,

no piden nada a nadie,

sólo con su memoria se sustentan.

Amo muchas cosas

de tu insolencia extranjera

pero la primera de todas

es no obedecer mandatos,

multiplicarte subversiva en la tierra

como las cosas

que no piden permiso.

 

© Daniela Noceti 

Hablamos de un río que corre

como el viento norte

que arrasa

 

Cuando llovizna

en esta tierra

las ventanas callan

 

El lugar es algo

que no nos enseñaron

 

© Ana Seppi