Griselda Rulfo comparte a Olmos/Medrano
Mientras la noche se acomoda, busco mi mejor vestido.
Ese que deja mover mis emociones.
Mis zapatos negros de
charol que gustan saberme erguida.
Peino mis cabellos con mis dedos, sosteniendo con invisibles
a aquellos locos que siempre miran al sur.
¿Rubor?
No, no me pongo.
Ya me sonroja el sólo pensar que voy a verte.
Me perfumo con la espina de una rosa y cuelgo mi vida de
cuero a mi hombro ansioso de versos.
Me siento.
Pido un café.
Mi rodilla busca a su hermana.
Y juntas sé
aprisionan ante la espera.
Todos me miran.
Murmuran sobre mí.
Ya saben que estoy enamorada.
Eso me hace más
feliz.
Más viva.
Más libre.
Una flor sale detrás de mi oreja.
Un beso se sienta en mi frente.
Un ojo me mira.
Y me come tu amor
delante de todos.
Y así, toda masticada por tu mirada me dejó morir delante de
un espejo que refleja mi escasa luz.
© Liliana Olmos
Y me pregunto aquello que ocultamos
¿será legado
que recibirán los
hijos?
un gris mirar los
días
tristeza en el duelo
de los pasos
desvelos en la noche
¿es que no pudimos
encender el verbo
compartir hechos
darlos a conocer?
quedó el secreto envuelto en celofán
en lienzo
pasó luego a caja de madera
a valija con llave
cayó al sótano del inconsciente
sin embargo el tiempo aflora
aquello que ocultamos
esquejes
en
decepción.
© Norma Medrano
Etiquetas: Griselda Rulfo
3 comentarios:
Gracias por esta poesía! Tan contrastantes Olmos y Medrano, tan vital sentir ese contraste al leerlas!
Excelentes ambos poemas, uno todo vida y alegría y el otro todo tristeza y muerte.Abrazos.Juany Rojas
Qué preciosura, cada una con su voz. Celebración y decepción. La vida barajando la vida.
Me encantaron. Felicidades Liliana y Normita!
abrazo
claudia
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